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jueves, 5 de junio de 2014

TRABAJO FINAL




Es todo un reto personal el hecho de llevar 11 años trabajando con grupos y sentarte a estudiar intervención grupal.


A lo largo de la asignatura se ha podido ver como Lewin consideraba que teoría y práctica se encuentran ligadas y se nutren: a través de la práctica se desarrollan nuevas teorías y a su vez la teoría dota de bases que ayudan a resolver conflictos que surgen en la práctica. Desgraciadamente en muchas ocasiones esto no es posible.


Cuando comencé a trabajar con grupos no estaba formada, no sabía qué era un grupo, ni lo que debía hacer en él, ni conocía apenas teoría sobre el tema. Fue poco a poco cuando fue interesándome y empecé a formarme por mi cuenta, aunque he de reconocer que nunca tan en profundidad como hasta ahora.


A lo largo de la asignatura he podido pensar, masticar, elaborar y desarrollar ideas que sin duda han aportado a la base teórica que me contiene y sujeta en los grupos que coordino.
He podido entender la complejidad de los grupos, y su dificultad y poder.



A continuación haré un breve repaso sobre las ideas y conceptos que me han parecido más interesantes:

Me parece importante señalar la idea de Vinter de los grupos como "medio y contexto de tratamiento". El grupo es un medio, no es un fin. Es una herramienta de trabajo y se realiza en un contexto que facilita la consecución de unos objetivos para con la tarea. De este modo, el coordinador debe entender el grupo como un camino hacia la recuperación.


Me ha parecido especialmente interesante la aproximación que hace Zamanillo a las fases por las que pasan los grupos:
  • Fase de formación o dependencia
  • Fase de conflicto
  • Fase normativa o de organización
  • Fase de trabajo o de integración
  • Fase final.
Estas fases son cíclicas, es decir, se van repitiendo a lo largo del grupo, aunque si han sido bien resueltas anteriormente, será más fácil que el grupo pueda salir de una fase conflicto, o confusión, por ejemplo, para ponerse a trabajar en la tarea.


Según Gadamer es imprescindible que los sujetos rompan con el narcisismo primario para poder dar paso al "otro". Los grupos son facilitadores de identificaciones que nos abren la mirada al otro. Esto es todo un logro en psicosis, ya que el aparato psíquico del psicótico es diferente al del neurótico. Por otra parte, a lo largo de toda la asignatura se ha hablado mucho de la importancia de que pueda romperse con el narcisismo del profesional, para que éste pueda posicionarse en un lugar de escucha, y pueda ayudar a construir un saber en el grupo.

"El individuo en el grupo sufre, pero es la identificación la que puede salvar al sujeto del sufrimiento.... pone en marcha la empatía... la comprensión del yo ajeno.... posibilita al individuo la integración en el grupo y la pertenencia. Promueve la cooperación y la solidaridad y supone una restricción al narcisismo". Los grupos no son fáciles, pero a través de ellos, puede iniciarse un trabajo en el que se tiene en cuenta al otro. Comenzamos a pensar como grupo, somos y nos sentimos parte de él, trabajamos juntos hacia la tarea(tenemos en cuenta al otro), etc.

Antes hacía referencia al poder de los grupos: según Lewin "el grupo es un todo cuyas propiedades son diferentes a la suma de sus partes", tiene pues identidad propia, Castell lo llamaba sintalidad grupal: la esencia del grupo, la personalidad propia del mismo y todo lo que este produce.

Zamanillo hace referencia a la importancia de sentir que haya un exterior que es firme y tranquilizante. El encuadre contiene y sujeta al grupo.

Sin duda, para mí la idea más importante de toda la asignatura es la siguiente: no actuar antes de comprender. Poder pararnos a escuchar al otro, preguntarle, no dar cosas por sentado, entenderle, comprenderle.... es fundamental en el trabajo con personas y con grupos. Los coordinadores trabajamos con los grupos, pero para poder hacer eso tenemos que comprenderlos.
"Escuchar supone una afectividad auditiva que nos hace oír y reaccionar" "Entendimiento significa comunión, conocimiento y creación" "Tres actitudes fundamentales para el encuentro con el otro: observar, vivenciar y escuchar".

Esto tiene cierta relación con el sentimiento totalmente legítimo que despiertan los grupos a los coordinadores, "que no tema la simpatía y la hostilidad". Y es que tanto miedo da una cosa como la otra... Uno teme coger demasiado cariño a un grupo y a sus integrantes porque eso le acerca demasiado a los mismos y como coordinador debe guardar cierta distancia terapéutica; pero por otro lado, la hostilidad ataca en las inseguridades del coordinador, que ha tenido anteriores experiencias grupales propias que pueden despertársele con carácter regresivo en el grupo. ¿La necesidad de sentirse aceptado y querido es directamente proporcional con el hecho de ser un buen profesional? Es fácil caer en eso...

Muchas veces uno escucha, no lo que el compañero dice, sino lo que uno mismo puede escuchar. De ahí la importancia de que el coordinador de grupos acompañe al grupo desde donde se encuentre en un principio, vaya a la par con el grupo, no por delante.

Una idea que me atormenta, y probablemente me atormentará en el futuro, es la postura antiálgica de las personas con trastorno mental grave... Ese "no deseo" que bloquea toda intervención y que muchas veces hace que el profesional se posicione en un lugar agotador que no obtiene respuesta... A lo largo de mi carrera he podido observar como en ocasiones un profesional se desvive, suponiendo lo que al otro puede parecerle atractivo, y ofreciéndole un catálogo de posibilidades que no recoge... y en cambio, un día, casi sin darse cuenta, esa persona comienza a asistir a un grupo y en él encuentra su lugar. Con esto quiero decir que los grupos pueden ser una herramienta que facilite el deseo, porque posibilitan la interrelación.
Tarí en uno de sus artículos señala que "parecería que el grupo ideal para los profesionales es un grupo sin conflictos, cuando es precisamente la reactualización de los conflictos en un clima más favorable lo que posibilita acoger las partes psicóticas para reconducirlas a un sentido y patrimonio común". Cuando Zamanillo habla sobre dependencia/interdependencia entre los miembros de un grupo, hace reflejo de lo fácil que es caer en la igualdad en los grupos... Evita conflictos y situaciones incómodas, pero me pregunto de nuevo, ¿acaso un grupo no es el mejor lugar para aprender a resolver conflictos? "enmascarar las diferencias detrás del afecto afecta en los procesos comunicativos de los grupos". Si no se hablan las diferencias, se perpetúan y no se resuelven.

Por otro lado, considero interesante la explicación de por qué Stierlin piensa que en el modelo sistémico existe el "yo mismo":
  • "El yo mismo garantiza la identidad
  • se nos presenta como un sujeto y objeto de historias
  • es un descubridor e iniciador de opciones de supervivencia
  • está compuesto por un parlamento intrapsíquico (en él hay distintas fracciones que buscan el reconocimiento, el poder y la realización de sus necesidades"
  • porta recursos y soluciones a problemas que tiene el individuo muchas veces en el inconsciente
  • el yo mismo de la familia y de la comunidad ¿hasta qué punto está marcado por influencias externas y depende de ellas?"
En cuento a la figura del coordinador de grupos Zamanillo señala que "el coordinador no da ninguna pauta y su rol es no directivo, se mantiene así a una distancia de observador participante que señala, orienta y esclarece determinadas conductas cuando considera que lo requiere el proceso". El grupo tiene a caer en grupos de dependencia, de emparejamiento y en ataque-fuga, lo que hace tremendamente difícil la labor del profesional. Las exigencias a la coordinación suelen ser muy altas, lo que hace que al no ser resueltas como el grupo desea, se tienda a agredir a la coordinación. El mantenimiento del encuadre y el hecho de que el coordinador entienda de dónde vienen esas agresiones y esas demandas, va a ser fundamental para que pueda gestionar bien las dificultades del grupo. El coordinador siempre abogará porque "se sientas capaces de constituirse como sujetos de poder".
Las 5 reglas del coordinador según Zamanillo son las siguientes:
  • La atención flotante.
  • La neutralidad benevolente.
  • La abstinencia.
  • La interpretación dirigida al grupo.
  • La interpretación "hic et munc" (en el aquí y ahora del momento grupal).


Como se ha señalado antes, la coordinación es un lugar lleno de miedos e inseguridades que pueden ser resueltas con la ayuda de supervisión. Kesselman en "escenas temidas del coordinador de grupos" propone poder trabajar en grupo a través de psicodrama las situaciones que bloquean a los coordinadores de grupo. Para ello pide a un participante del grupo de coordinadores que cuente su escena temida al grupo, entonces se reflexiona sobre esa escena y se encuentra una escena familiar grupal anterior que tiene cierto parecido con dicha escena temida, es decir, una escena consonante. Se pide que se comparta la escena consonante con el grupo para poder pensar y trabajar sobre ella. Esto llevará al grupo a encontrar una escena resonante, que es la que contiene la totalización de todos los miedos y defensas posibles. Para finalizar, se trabaja sobre la escena temida de nuevo pero esta vez, resonará en el interior del coordinador de otro modo: escena resultante.


Todos los coordinadores de grupo tienen escenas temidas, lo importante es poder reconocerlas, y compartirlas para poder pensar de dónde vienen, y pueda trabajarse sobre ellas... De este modo será más difícil que el coordinador se bloquee cuando se presente frente a su escena temida.




Los grupos son medios para conseguir fines. Están vivos y en continuo movimiento. El coordinador trata de guiar al grupo para que trabaje en la tarea, sin dirigirlo. El trabajo con grupos coloca al profesional en un lugar de continuo cuestionamiento que facilita que pueda pensarse a sí mismo y al grupo. Sólo si el coordinador puede realizar un cambio interno de mirada, que posibilita y dota de valor y capacidad al grupo, podrá comprender que él no tiene el saber, sino que este es construido por el grupo. Y por supuesto, lo más importante, jamás deberá actuar antes de comprender.