Es todo un reto personal el hecho de llevar 11 años trabajando con grupos y sentarte a estudiar intervención grupal.
A lo largo de la asignatura se ha podido ver como Lewin consideraba que teoría y práctica se encuentran ligadas y se nutren: a través de la práctica se desarrollan nuevas teorías y a su vez la teoría dota de bases que ayudan a resolver conflictos que surgen en la práctica. Desgraciadamente en muchas ocasiones esto no es posible.
Cuando comencé a trabajar con grupos no estaba formada, no sabía qué era un grupo, ni lo que debía hacer en él, ni conocía apenas teoría sobre el tema. Fue poco a poco cuando fue interesándome y empecé a formarme por mi cuenta, aunque he de reconocer que nunca tan en profundidad como hasta ahora.
A lo largo de la asignatura he podido pensar, masticar, elaborar y desarrollar ideas que sin duda han aportado a la base teórica que me contiene y sujeta en los grupos que coordino.
He podido entender la complejidad de los grupos, y su dificultad y poder.
A
continuación haré un breve repaso sobre las ideas y conceptos que
me han parecido más interesantes:
Me
parece importante señalar la idea de Vinter de los grupos como
"medio y contexto de tratamiento". El grupo es un medio, no
es un fin. Es una herramienta de trabajo y se realiza en un contexto
que facilita la consecución de unos objetivos para con la tarea. De
este modo, el coordinador debe entender el grupo como un camino hacia
la recuperación.
Me ha parecido especialmente interesante la aproximación que hace Zamanillo a las fases por las que pasan los grupos:
- Fase de formación o dependencia
- Fase de conflicto
- Fase normativa o de organización
- Fase de trabajo o de integración
- Fase final.
Estas
fases son cíclicas, es decir, se van repitiendo a lo largo del
grupo, aunque si han sido bien resueltas anteriormente, será más
fácil que el grupo pueda salir de una fase conflicto, o confusión,
por ejemplo, para ponerse a trabajar en la tarea.
Según
Gadamer es imprescindible que los sujetos rompan con el narcisismo
primario para poder dar paso al "otro". Los grupos son
facilitadores de identificaciones que nos abren la mirada al otro.
Esto es todo un logro en psicosis, ya que el aparato psíquico del
psicótico es diferente al del neurótico. Por otra parte, a lo largo
de toda la asignatura se ha hablado mucho de la importancia de que
pueda romperse con el narcisismo del profesional, para que éste
pueda posicionarse en un lugar de escucha, y pueda ayudar a construir
un saber en el grupo.
"El
individuo en el grupo sufre, pero es la identificación la que puede
salvar al sujeto del sufrimiento.... pone en marcha la empatía... la
comprensión del yo ajeno.... posibilita al individuo la integración
en el grupo y la pertenencia. Promueve la cooperación y la
solidaridad y supone una restricción al narcisismo". Los grupos
no son fáciles, pero a través de ellos, puede iniciarse un trabajo
en el que se tiene en cuenta al otro. Comenzamos a pensar como grupo,
somos y nos sentimos parte de él, trabajamos juntos hacia la
tarea(tenemos en cuenta al otro), etc.
Antes
hacía referencia al poder de los grupos: según Lewin "el grupo
es un todo cuyas propiedades son diferentes a la suma de sus partes",
tiene pues identidad propia, Castell lo llamaba sintalidad grupal: la
esencia del grupo, la personalidad propia del mismo y todo lo que
este produce.
Zamanillo
hace referencia a la importancia de sentir que haya un exterior que
es firme y tranquilizante. El encuadre contiene y sujeta al grupo.
Sin
duda, para mí la idea más importante de toda la asignatura es la
siguiente: no actuar antes de comprender. Poder pararnos a escuchar
al otro, preguntarle, no dar cosas por sentado, entenderle,
comprenderle.... es fundamental en el trabajo con personas y con
grupos. Los coordinadores trabajamos con los grupos, pero para poder
hacer eso tenemos que comprenderlos.
"Escuchar
supone una afectividad auditiva que nos hace oír y reaccionar"
"Entendimiento significa comunión, conocimiento y creación"
"Tres actitudes fundamentales para el encuentro con el otro:
observar, vivenciar y escuchar".
Esto
tiene cierta relación con el sentimiento totalmente legítimo que
despiertan los grupos a los coordinadores, "que no tema la
simpatía y la hostilidad". Y es que tanto miedo da una cosa
como la otra... Uno teme coger demasiado cariño a un grupo y a sus
integrantes porque eso le acerca demasiado a los mismos y como
coordinador debe guardar cierta distancia terapéutica; pero por otro
lado, la hostilidad ataca en las inseguridades del coordinador, que
ha tenido anteriores experiencias grupales propias que pueden
despertársele con carácter regresivo en el grupo. ¿La necesidad de
sentirse aceptado y querido es directamente proporcional con el hecho
de ser un buen profesional? Es fácil caer en eso...
Muchas
veces uno escucha, no lo que el compañero dice, sino lo que uno
mismo puede escuchar. De ahí la importancia de que el coordinador de
grupos acompañe al grupo desde donde se encuentre en un principio,
vaya a la par con el grupo, no por delante.
Una
idea que me atormenta, y probablemente me atormentará en el futuro,
es la postura antiálgica de las personas con trastorno mental
grave... Ese "no deseo" que bloquea toda intervención y
que muchas veces hace que el profesional se posicione en un lugar
agotador que no obtiene respuesta... A lo largo de mi carrera he
podido observar como en ocasiones un profesional se desvive,
suponiendo lo que al otro puede parecerle atractivo, y ofreciéndole
un catálogo de posibilidades que no recoge... y en cambio, un día,
casi sin darse cuenta, esa persona comienza a asistir a un grupo y en
él encuentra su lugar. Con esto quiero decir que los grupos pueden
ser una herramienta que facilite el deseo, porque posibilitan la
interrelación.
Tarí
en uno de sus artículos señala que "parecería que el grupo
ideal para los profesionales es un grupo sin conflictos, cuando es
precisamente la reactualización de los conflictos en un clima más
favorable lo que posibilita acoger las partes psicóticas para
reconducirlas a un sentido y patrimonio común". Cuando
Zamanillo habla sobre dependencia/interdependencia entre los miembros
de un grupo, hace reflejo de lo fácil que es caer en la igualdad en
los grupos... Evita conflictos y situaciones incómodas, pero me
pregunto de nuevo, ¿acaso un grupo no es el mejor lugar para
aprender a resolver conflictos? "enmascarar las diferencias
detrás del afecto afecta en los procesos comunicativos de los
grupos". Si no se hablan las diferencias, se perpetúan y no se
resuelven.
Por
otro lado, considero interesante la explicación de por qué Stierlin
piensa que en el modelo sistémico existe el "yo mismo":
- "El yo mismo garantiza la identidad
- se nos presenta como un sujeto y objeto de historias
- es un descubridor e iniciador de opciones de supervivencia
- está compuesto por un parlamento intrapsíquico (en él hay distintas fracciones que buscan el reconocimiento, el poder y la realización de sus necesidades"
- porta recursos y soluciones a problemas que tiene el individuo muchas veces en el inconsciente
- el yo mismo de la familia y de la comunidad ¿hasta qué punto está marcado por influencias externas y depende de ellas?"
En
cuento a la figura del coordinador de grupos Zamanillo señala que
"el coordinador no da ninguna pauta y su rol es no directivo, se
mantiene así a una distancia de observador participante que señala,
orienta y esclarece determinadas conductas cuando considera que lo
requiere el proceso". El grupo tiene a caer en grupos de
dependencia, de emparejamiento y en ataque-fuga, lo que hace
tremendamente difícil la labor del profesional. Las exigencias a la
coordinación suelen ser muy altas, lo que hace que al no ser
resueltas como el grupo desea, se tienda a agredir a la
coordinación. El mantenimiento del encuadre y el hecho de que el
coordinador entienda de dónde vienen esas agresiones y esas
demandas, va a ser fundamental para que pueda gestionar bien las
dificultades del grupo. El coordinador siempre abogará porque "se
sientas capaces de constituirse como sujetos de poder".
Las
5 reglas del coordinador según Zamanillo son las siguientes:
- La atención flotante.
- La neutralidad benevolente.
- La abstinencia.
- La interpretación dirigida al grupo.
- La interpretación "hic et munc" (en el aquí y ahora del momento grupal).
Como
se ha señalado antes, la coordinación es un lugar lleno de miedos e
inseguridades que pueden ser resueltas con la ayuda de supervisión.
Kesselman en "escenas temidas del coordinador de grupos"
propone poder trabajar en grupo a través de psicodrama las
situaciones que bloquean a los coordinadores de grupo. Para ello pide
a un participante del grupo de coordinadores que cuente su escena
temida al grupo, entonces se reflexiona sobre esa escena y se
encuentra una escena familiar grupal anterior que tiene cierto
parecido con dicha escena temida, es decir, una escena consonante. Se
pide que se comparta la escena consonante con el grupo para poder pensar y
trabajar sobre ella. Esto llevará al grupo a encontrar una escena resonante, que es la que contiene la totalización de todos los
miedos y defensas posibles. Para finalizar, se trabaja sobre la
escena temida de nuevo pero esta vez, resonará en el interior del
coordinador de otro modo: escena resultante.
Todos
los coordinadores de grupo tienen escenas temidas, lo importante es
poder reconocerlas, y compartirlas para poder pensar de dónde
vienen, y pueda trabajarse sobre ellas... De este modo será más
difícil que el coordinador se bloquee cuando se presente frente a su
escena temida.
Los
grupos son medios para conseguir fines. Están vivos y en continuo movimiento. El coordinador trata de guiar al grupo para que trabaje
en la tarea, sin dirigirlo. El trabajo con grupos coloca al
profesional en un lugar de continuo cuestionamiento que facilita que
pueda pensarse a sí mismo y al grupo. Sólo si el coordinador puede
realizar un cambio interno de mirada, que posibilita y dota de valor
y capacidad al grupo, podrá comprender que él no tiene el saber,
sino que este es construido por el grupo. Y por supuesto, lo más importante, jamás deberá actuar antes de comprender.
No hay comentarios:
Publicar un comentario