CAPÍTULO 1: BASES PARA UN NUEVO CAMPO DEL CONOCIMIENTO
Tras la lectura de los dos primeros capítulos hago una recogida
sobre las frases que más me han ayudado a pensar y vuelco en este
post las ideas que me han surgido.
Se comienza a pensar alrededor del concepto sociopsicologia, "las
vinculaciones del individuo con el sistema social". Sociedad y
sujeto están estrechamente relacionados, resultando que tanto la
psicología como la sociología tienen en cuenta, ambas, al sujeto y
a la sociedad.
Somos seres sociales. Según Freire "la persona siempre es,
en relación a un contexto social". Y es que el simple hecho de
posicionarnos fuera de la sociedad ya nos da un lugar en ella.
Bleger decía: "en que la misma sociedad que reprime y
prohibe la delincuencia y la prostitución, y rechaza las guerras
tiene contradictoriamente en su seno los elementos causales de las
mismas, en forma de componentes sociales no dominados". No hay
un yo sin un otro, ¿En qué medida contribuimos a aquellas conductas
que rechazamos? Para poder penar en eso hay que ser empáticos y ser
capaces de intentar pensar en las circunstancias que rodean a esa
persona... "El lobo siempre será el malo del cuento si nada más
escuchamos a caperucita"
"Individuo y sociedad forman una relación dialógica en la
que no se puede comprender la una sin la otra... el individuo está
en diálogo con el mundo... en influencia mutua"
"Toda conducta de los individuo es un vínculo con otros, es
una relación interpersonal, es un vínculo humano." Por lo
tanto, individuo y sociedad no pueden estar disociados, sino que
están en inevitable relación.
Cuando hablamos de sociedad, podemos hablar de grupo. En la
formación de un grupo, hemos de entender que las personas son parte
integrante del mismo. El grupo sería cualitativa y cuantitativamente
distinto sin alguno de ellos...
Como dice Elias, no reparamos a preguntar, conocer aspectos de la
vida cotidiana, los damos por sentados y no lo son tanto. En mi
experiencia de trabajo con personas con psicosis, me doy cuenta de
que en muchas ocasiones interpretamos lo que los usuarios están
diciendo, sin pararnos a preguntar qué quieren decirnos... Con ello
extrapolamos la relación simbiótica que suelen tener la mayoría
con sus madres/padres, entendiendo por ellos, sin entenderles, sin
darles un lugar propio y distinto al nuestro, reproduciendo un
sistema poco sano en nuestros recursos. Ayudemos a pensar al
psicótico, preguntémosle, y escuchémosle... quizá nos sorprendamos. Para Buber, no
hay un yo sin tú, necesitamos de la mirada del otro para que nos
confirme... Las relaciones interpersonales son la base de todo.
Dejemos entonces lugar a su yo. "La característica principal
del self, es ser un sujeto social que sólo adquiere autoconciencia
en la medida en la que incorpore a sí mismo al "otro
generalizado"". Es necesario por tanto saber de la
existencia el otro y saberlo diferente a mí.
"Mead trata el concepto de interrelación con tal fuerza que
llega incluso a afirmar que la persona no existe si no es en el
proceso de desarrollo del individuo con los otros, donde tiene lugar
la experiencia". Desde pequeños, a través de la experiencia
con nuestros padres, observamos, asimilamos y/o descartamos formas de
vivir diferentes situaciones. Desde bebés necesitamos del otro. Toda
persona es fruto de una relación entre dos personas.
Bateson: "Una relación es siempre un producto de doble
descripción." Cobra importancia por tanto, lo que ocurre entre
las personas, el no atribuir sin entender y comprender que en toda
relación hay dos versiones, y que ninguna es más válida que la
otra. Tan sólo son dos formas diferentes de vivir la relación.
A Todorov "le interesa hablar del lugar de la sociedad en el
hombre, y no al contrario" Es novedoso, pero considero
importante el "y viceversa". Siempre nos es más fácil
cuestionarnos qué le ocurre a una persona en la sociedad, que pensar
qué lugar ocupa la sociedad para esa persona. Es cuestión de
práctica, es más sencillo promover el cambio en uno que en cientos.
Pero si, como hemos visto hasta ahora, no se puede hacer una
separación radical, y somos parte de la sociedad, es importante
cuestionarse ambas cosas.
Rosseau habla del "hombre como un ser que necesita de los
otros." No existe nadie que no necesite de un otro, somos seres
en relación. Como he dicho antes, nacemos de una relación.
Hegel profundiza más y piensa en "el deseo de
reconocimiento" Desde recién nacidos, necesitamos ser
reconocidos por un otro para sobrevivir. Debe existir alguien que nos
atienda, nos entienda...
Todorov habla de deseo de grados de soledad, aunque seamos seres
sociales. En ocasiones, desde los Centros de Salud Mental se deriva a
personas que verbalizan encontrarse bien en su hogar, sin
relacionarse apenas con el resto del mundo. Además, muchos no desean
acudir al recurso al que han sido derivados ¿Qué hacer entonces? En
principio parece que han determinado cual es su grado de soledad,
pero, si son derivados a nuestros recursos con el objetivo de
"socializarse", ¿quizá ese grado de soledad es insano?
Bajo mi punto de vista, deberemos explicar al usuario por qué
estamos ahí, y estar... estar aunque no seamos recibidos en un
principio. Brindarle un espacio suyo, que puede utilizar o no, pero
que va a mantenerse en el tiempo. El mantenimiento del encuadre va a
ser pieza fundamenteal en la creación del vínculo con la persona
con trastorno mental grave. Y si decide hacer uso de ese espacio en
algún momento, ya se puede empezar a pensar en explorar ese deseo de
soledad.
Desde la educación social debemos conocer "al ser humano en
su situación total", cómo es "la vinculación del
individuo a su medio". Mary Richmon habla de la "acción
simpática", con la que, en parte estoy de acuerdo. Considero
imprescindible en la relación con los usuarios la honestidad y
sinceridad, así como la comprensión experimentada y la
clarividencia. Pero por otro lado habla de lazos de amistad y de
visitas a cualquier hora del día y de la noche, y bajo mi punto de
vista eso es excesivo. Si bien personas importantes en la actualidad
en cuanto a filosofía de recuperación se refiere, como Rufus May,
trabajan de esta manera y ven resultados en sus intervenciones, yo
considero que no es necesario que se establezcan lazos de amistad con
los usuarios (y hablo de personas con enfermedad mental), porque eso
puede incluso confundirles. Es importantísimo tener uns límites
claros en la relación, eso no quiere decir que no pueda ser cercana,
pero no debemos confundirnos. Somos profesionales que vamos a
acompañarles en su proceso de recuperación, pero existen unos
límites que van a contener tanto al usuario, como al profesional que
le atiende. Estoy muy de acuerdo con la afirmación "la fuerza
del vínculo como algo terapéutico", pero como dice Pearlman la
relación debe contener un elemento de autoridad basado en los
conocimientos profesionales y en el aprecio y respeto.
"Si el cliente se siente aceptado, si se le reconocen sus
necesidades, si se respeta su derecho para manejar sus propios
asuntos... si se construye una relación estimulante". Creo en
mi trabajo como acompañar a los usuarios en su proceso de
recuperación, pero es suyo, y lo construyen ellos (o debería ser
así). De eso se trata el empoderamiento, de otorgar protagonismo a
la persona en su proceso de recuperación. Trabajo acompañando,
escuchando, comprendiendo. Lo difícil de mi trabajo es tener mi
propia visión sobre un caso, pero respetar que el usuario quiera ir
por otro camino. Al fin y al cabo estamos hablando de personas, y
como tales deberían tener el poder de decisión sobre sus vidas. El
estar en contacto con el otro, nos cambia, el establecimiento de una
relación como la que narra Poch, nos cambia... pero es un proceso.
También se habla de la importancia de conocerse a sí mismo y
saber reconocer y aceptar los sentimientos que nos despiertan
nuestros usuarios, o lo que conocemos como contratransferencia, aunque esta sea inconsciente puede ser pensada. Si
los reconocemos, aceptamos y pensamos, nos será más fácil trabajar
sin que inunden nuestras intervenciones. Además, es sorprendente
como en muchas ocasiones, los usuarios nos despiertan los mismos
sentimientos que a sus familiares. Se pone mucho en juego en la
relación profesional- usuario, y es fundamental ser conscientes de
la transferencia y contratransferencia, para que nos sea más fácil
y objetivo plantearnos el caso. Para darles otro tipo de respuesta a
la que tienen en sus casas cada día.
Poch explica que en latinoamérica apareció el "movimiento
de reconceptualización" en el que se cree que la sociedad es la
que debe transformarse, ya que lo interior al sujeto es bueno y lo
exterior es malo. "A no ser que las condiciones del medio
varíen, es imposible emprender la tarea propuesta por la concepción
de un trabajo social". "la estructura social es el
principal factor causal de los problemas que afectan a las personas".
Pero ¿Acaso esto no es bidireccional? En salud mental existe el
estigma, pero también el autoestigma. ¿Cómo combatirlos? Creo que
en principio desde uno mismo, para luego pasar al resto. Comenzando a
sentirse uno mismo válido y capaz, será más fácil después
mostrarse de ese modo al mundo. En grupos como en de percusión,
trabajamos primero como grupo (luchamos contra el autoestigma), para
después mostrar lo que sabemos hacer en la comunidad (luchamos
contra el estigma).
"El trabajo social se ocupa de atender las vinculaciones
entre el sujeto y su ambiente social cuando estas vinculaciones
fallan por diversas razones".
Poch habla de "malestar social" y de "opciones de
cambio o posibilidades", Ralph Dahrendorf habla de
"oportunidades vitales... los deseos de innovación del ser
humano en sociedad, la capacidad potencial que tiene la sociedad para
crecer, y que ha demostrado lo largo de sus existencia". Las
oportunidades vitales se mueven entre las opciones y las "ligaduras",
que nos recuerdan nuestros límites. Para el autor debe existir un
equilibrio entre estos dos conceptos. Considero que es importante que
en la vida de las personas exista un abanico de posibilidades y que
muchas veces nuestro trabajo como educadores sociales es ese: brindar
un abanico de opciones que la persona puede elegir o deshechar. Pero
también me parece importante que estemos sujetos a algo...
Darhrendorf hablaba de "vinculaciones a la familia,
comunidad, iglesia, etc", y que éstas nos recuerdan nuestros
límites. Son como una especie de base que nos sitúa, nos sujeta, y
nos da cierto margen de maniobra para trabajar opciones de cambio...
¿pero qué pasa cuando esas ligaduras ahogan al sujeto? Considero
que también es parte del educador social conocer y acompañar a la
persona en la delimitación de una identidad personal, ya que, como
he nombrado anteriormente, muchos usuarios de salud mental están
simbiotizados con personas de su entorno.
Castel habla de individuos des-integrados por la falta de empleo,
a mi parecer no se trata tanto de empleo, sino de ocupación. Es
importante encontrar una ocupación significativa (personal de cada
sujeto). En esto los profesionales debemos estar abiertos de mente,
ya que en muchas ocasiones nos encontramos pensando en actividades
que ni nosotros mismos realizamos. Las actividades significativas son
propias del sujeto, y pueden ser desde hacer escalada a leer un
libro. Son aquellas actividades que realiza la persona y que la
enriquecen.
Coincido plenamente con Poch cuando habla de la figura del
trabajador social (en mi caso, educador social): "moviliza a las
personas para mejorar su vida y sus condiciones, hace de mediador
para lograr o restablecer vínculos que los unan, trata de que las
personas cambien sus actitudes pasivas en otras más activas para la
transformación al medio, etc. Así, los protegonistas de los cambios
son los sujetos, mientras que los trabajadores sociales acompañan a
las personas en su cambio, les prestan las ayudas que precisen y les
proporcionan orientación técnica y recursos para apoyar sus
capacidades e iniciativas."
Poch habla de la "Concepción dicotómica entre individuo y
grupo como dos realidades diferentes" cuando el profesional
comienza a trabajar con grupos. Por eso nos invita a realizar un
recorrido por las diferentes teorías psicológicas. Melanie Klein
introduce conceptos como objeto interno, que es aquel objeto externo
que ha sido internalizado. La unión entre esto tiene que ver con la
pulsión social de la que habla Freud. La pulsión social es la que
se expresa en las personas en las situaciones "de masa". Es
cierto que al comenzar a trabajar con grupos, y por bastante tiempo,
no fui capaz de vez al grupo como tal, y de entender que las personas
que formaban parte de él hablaban del grupo y no de ellos. Es
difícil dar ese paso de entender al grupo como grupo y no como
varias personas reunidas. Creo que aún me cuesta a veces, sobretodo
cuando se agrede. Pero es fundamental entenderlo así, y cuando se
interviene con el grupo y no con la persona, todo cambia.
Todorov habla de psicoanálisis intersubjetivo, relacional, ya que
Freud no se detuvo en la importancia d ela interacción social. A
partir de ahí se empieza a pensar en psicoanálisis con grupos. Poch
cuenta como en principio los psicoanalistas que se interesaban por
esto, pasaban como observadores a los grupos y que, poco a poco
fueron percatándose de que, lo que parecía una conversación sin
mucha relevancia, terminaba por tomar el cariz de una "producción
conjunta" con un "significado emocional subyacente".
Por lo que "lo individual y lo colectivo dejaron de ser
conceptos excluyentes". En mi experiencia con grupos, he podido
observar como, sin darse cuenta, los participantes hablaban de la
situación del grupo en sus intervenciones. Más allá de lo que se
dice, lo explícito, está lo latente, lo implícito y en la medida
en que podamos ir trayendo al grupo lo latente, iremos facilitando el
trabajo del grupo con la tarea.
Poch habla de los conceptos que se utilizan para concebir,
construir y formar parte de un grupo: "orquestación,
interdependencia, intersubjetividad, interpersonal, relaciones,
comunicación, vínculos, etc."
Poch también nos habla del poder de lo grupal como un espacio
contenedor en el que la persona puede compartir sus conflictos, o sus
preocupaciones, de las que el grupo se hará cargo creando un vínculo
de "afección mutua". Un compañero de trabajo formado en
grupos siempre comenta que existe un estudio sobre grupos que
demuestra que un grupo contiene más que un ingreso psiquiátrico e
igual que la medicación psiquiátrica. Esto siempre me ha plantearme
la responsabilidad que tenemos a la hora de coordinar grupos, no sé
si siempre somos conscientes de que lo que hacemos, si lo hacemos
bien, puede facilitar y contener. Dar importancia al grupo es dar
importancia a sus componentes y estar abiertos a escuchar lo que un
grupo tiene que decir es estar abiertos a escuchar a personas que, en
el caso de la enfermedad mental, muchas veces no han tenido
oportunidad de ser escuchadas y comprendidas.
"El individuo en el grupo sufre, pero es la identificación
la que puede salvar al sujeto del sufrimiento.... pone en marcha la
empatía... la comprensión del yo ajeno.... posibilita al individuo
la integración en el grupo y la pertenencia. Promueve la cooperación
y la solidaridad y supone una restricción al narcismo", es
decir, comenzamos a pensar como grupo, somos y nos sentimos parte de
él, trabajamos juntos (tenemos en cuenta al otro) hacia la tarea,
etc.
Según la teoría FIRO la conducta interpersonal está basada en
las necesidades de inclusión, control y afecto hacia los demás.
Cattel habla se "sintalidad grupal", que no es sino la
esencia del grupo, la personalidad propia del mismo y todo lo que
este produce. Además, introduce otro concepto: la "sinergia",
la energía que pone cada integrante del grupo en que este salga
adelante. La sinergia grupal es fundamental para que exista cohesión
grupal, además de trabajar para conseguir los objetivos grupales.
"El individuo proyecta en el grupo aspectos de sí mismo",
así es como cobra importancia la relación y la evolución de las
personas que participan en el grupo. En muchas ocasiones los sujetos
no son conscientes de que reproducen en el grupo una forma de
relación patológica, que es la que utlizan en su vida en general.
El grupo puede darle otra respuesta y debe generar momentos de
reflexión e inducir al cambio.
Según Gadamer los sujetos deben romper con el narcisismo primario
para poder dar paso al otro. "nuestro semejante es un yo como yo
mismo". Y es que para estar en grupo, y ser capaces de darse
cuenta de lo real, uno debe poder vivir a través de las experiencias
del otro, que no es tan diferente a mí... Badaracco al tratar los
grupos multifamiliares, hablaba de "universalizar el
sufrimiento", y es que hay emociones que nos son comunes a
todos, que pueden hacernos romper ese narcisismo, e interelacionarnos
con el otro, formar grupo.
Al leer a Bleger decir "el ser humano antes de ser persona es
un grupo... su personalidad es el grupo", se refería más a que
uno no es sin el otro, y que somos seres sociales que
inevitablemenete se relacionan con otros, pero inevitablemente pienso
en los bebés. Necesitan a sus madres, los primeros meses de vida no
se diferencian de ellas, para ellos no hay límite entre su madre y
ellos, para ellos son uno... En la psicosis muchas veces ahí está
la clave... La falta de conciencia sobre el self, sobre uno mismo
como persona diferente a otra, quizá porque no ha llegado a existir
esa disociación de niños...
Kurt Lewin "el grupo como un todo cuyas propiedades son
diferentes a la suma de las partes", habla del poder del grupo
más allá de sus componentes... del grupo como un ente con identidad
propia, la sintalidad grupal de Cattel que veíamos anteriormente.
Un sistema es un conjunto de elementos que están relacionados
entre sí que persiguen unos objetivos, y en el que un cambio en un
elemento tendrá repercusiones sobre todo el sistema.
Es decir, un grupo lo forman todas las personas que participan de
él, creando juntos un todo que posee poder en sí mismo y que es
único. Pero que se verá influenciado por los cambios que se
produzcan en el grupo. Me vienen a la cabeza Parménides y Heráclito.
Parménides a grandes rasgos apostaba a que todo es estático, en
cambio Heráclito decía algo así como: si una persona se baña dos
veces en un río, no será el mismo río, ni la misma persona...
porque el agua del río fluye y la persona cambia. En un sistema, el
hecho de que se produzca un cambio, repercutirá en el sistema.
Cuando trabajamos para una tarea común se activan cosas en los
usuarios (y en los profesionales) que tienen que ver con sus propias
historias de vida y sus experiencias anteriores en los grupos. Esto
en realidad nos ocurre a todos, y en la medida en la que el
profesional pueda pensarse lo que se le mueve a él a la hora de
participar en un grupo, puede facilitar que empatice con lo usuarios
ya que se parte de la base de que ocurren cosas y eso no se tapa.
Esto se recoge perfectamente en un texto de Tarí en el que dice
"parecería que el grupo ideal para los profesionales es un
·grupo sin conflictos, cuando es precisamente la reactualización de
los conflictos en un clima más favorable lo que posibilita acoger las
partes psicóticas para reconducirlas a un sentido y patrimonio
común". Es decir, el profesional debe estar abierto a escuchar
y a comprender, por mucho que nos asuste... porque sólo así
estaremos trabajando en grupo. En el grupo tenemos la oportunidad de
trabajar "las relaciones y condiciones de interacción aquí y
ahora.... los conflictos han de ser resueltos para que el grupo
avance hacia sus metas"
Erikson habla de la importancia de que la persona sea reconocida
por su grupo social de referencia, entiendo que se referirá
mayoritariamente a la familia, que es nuestra primera experiencia de
grupo en la vida. Habla del concepto de identificación, mediante el
cual la persona va reconociéndose a través de los otros, y esto va
creando una confianza básica que nos permite estar en el mundo.
Erikson habla de las relaciones entre las madres y sus hijos y como
lo sano es que se vaya creando ese sentimiento de aceptación y esa
confianza básica, pero ¿Qué pasa cuando esa relación es
simbiótica? El proceso de creación de una identidad propia no se ha
realizado... Esto en la psicosis es muy común.
Ahora es cuando Zamanillo habla de la importancia de sentir que
hay un exterior, que es "firme y tranquilizante". Esta
necesidad del niño de ser contenido es extrapolable a la necesidad
de encuadre de los grupos. Conocer que tal grupo tiene una duración
determinada, que va a ser en tal sala, que el horario es éste, etc,
convierte al grupo en un espacio que contiene.
Erikson habla de construir confianza básica, de capacidad de
autonomía, la iniciativa que contrarresta la culpa, de la intimidad,
de la generatividad que viene a ser la importancia de los adultos de
de sentirse útiles,... Todo esto es fundamental, según Erikson para
la construcción de la identidad del yo.
En cuanto al apartado de la identidad social, contínuamente me ha
venido a la cabeza el problema del estigma de las personas con
enfermedad mental. Parece que, en muchas ocasiones, una persona, al
ser diagnosticada de trastorno mental grave deja de ser persona para
ser una etiqueta. ¿Qué se puede hacer con eso? ¿Puede hacerse
algo? ¿Quiere hacerse algo? Es cierto que los medios de comunicación
atribuyen a la enfermedad mental conductas que para nada están
relacionadas con un diagnóstico o con un síntoma, sino más bien
con algo que nos toca a todos los seres humanos. Pero en muchas
ocasiones las personas con trastorno mental encuentran cierta
comodidad con esas identidad social, cosa que dificulta la
recuperación de las mismas. Sin duda, la identidad del yo
(autoestigma) y la social (estigma) están ligadas y si no se produce
un cambio, no se podrá observar un cambio en las identidades. "
Se trata de posibilidades que se ofrecen al sujeto postmodernista al
participar en múltiples relaciones que lo construyen". Una de
nuestras tareas como educadores sociales es la de mostrar un abanico
de posibilidades, con la intención de que las personas para/con las
que trabajamos se sientan motivadas por alguna (sientan deseo) y eso
pueda ser un comienzo en su proceso de recuperación. Tenemos que
trabajar a partir de una motivación. Así, por un lado el cambio
tiene que venir dado por una necesidad intrínseca de la persona, que
desea mejorar/modificar algo de su vida. Pero por otro lado, me
pregunto si esto no tiene que ver también con nuestra mirada, si el
hecho de decir "es que fulanito no quiere cambiar, está
acomodado, no se puede hacer nada hasta que él no dé el paso"
no es una resistencia nuestra. Quizá para que puedan producirse
ganas de cambiar en el otro, el cambio tiene que empezar por uno
mismo...
Me parece interesante los criterios de definición de grupo de Van
Dijk:
- Existencia de continuidad más allá del acontecimiento.
- Implicación afectiva, compartir opiniones, experiencias
- Categorías soiales compartidas
- conflicto social
- Grado de institucionalización
"El grupo se dispone así a una actividad que va a
desarrollar un proceso de adquisición de un esquema conceptual
referencial operativo (ECRO)" Pichón Rivière da especial
importancia a la ideología del grupo, a lo implícito de los grupos
ya que considera que en ellos hay un gran componente inconsciente.
"El grupo es la manifestación o emergente de las relaciones
que se establecen entre las distintas identidades". En muchas
ocasiones, cuando trabajamos dentro de un equipo multidisciplinar,
sólo nos paramos a pensar en los grupos que coordinamos los
profesionales. Y no nos damos cuenta de que un equipo es un grupo en
sí mismo, y que en muchas ocasiones, los síntomas o emergentes que
se desarrollan en los grupos de los que somos coordinadores, tienen
que ver con nuestro grupo/equipo. Es inevitable que surgan conflictos
y emergentes, pero quizá si somos capaces de hacer explícito lo
implícito nos será más fácil poder hablar de dichos conflictos y
quién sabe si solucionarlos...
CAPÍTULO 2: SISTEMAS CONCEPTUALES PARA EL ANÁLISIS DE GRUPOS:
A finales de los años 80 cuando se comienza a plantear que no
existe un marco teórico sobre el trabajo social. Es una profesión
basada en la práctica y la experiencia y "existen importantes
dificultades para sistematizar y codificar la información que se
utiliza...".
David Howe habla de trabajadores sociales que miden los resultados
se sus trabajos y Zamanillo se pregunta si es posible medirlos, ya
que en muchas ocasiones oferta y demanda no coinciden. Estoy de
acuerdo con que nuestro trabajo se trata de un proceso, en muchas
ocasiones el proceso sigue aún cuando el usuario es dado de alta del
recurso en el que trabajamos. Pero considero que nuestro trabajo debe
basarse en las necesidades que tienen nuestros usuarios. Es
fundamental escuchar qué les ha traído al recurso en el que
trabajamos, por qué están ahí. Y cuando la demanda no está clara,
disponer del tiempo suficiente para que pueda elaborarse. Debemos
tener una opinión profesional pero también debemos saber amoldarnos
a las personas con las que trabajamos y a sus demandas. En mi opinión
oferta y demanda no suelen ser incompatibles.
Quiero señalar una frase que bajo mi punto de vista es
fundamental en nuestro trabajo "no actuar antes de comprender".
Así dicho suena bastante obvio pero en la práctica no es tan
sencillo. Esta profesión toca de lleno nuestras emociones, existe un
vínculo con el usuario por las dos partes, nos evoca situaciones
personales vividas, ... Ponemos mucho de nosotros en nuestro trabajo
y también somos personas. Lo primero que nos sale a veces es actuar,
porque es inevitable tener esa primera reacción. Lo importante es
ser capaces de pararnos a pensar, a ponernos en el lugar del otro, y
a comprender. " Por medio de la práctica de la vida cotidiana,
y de la experiencia en nuestro proceso biográfico, hemos ido
construyendo nuestros cimientos éticos, nuestras creencias básicas,
es decir, nuestro modelo de sociedad, ese que nos constituye y da
fuerza a nuestra identidad de personas y de profesionales".
En trabajo social (y en educación social) hace falta teorizar.
"Se necesita explicar y no sólo comprender y empatizar, hemos
de incorporar en nuestro saber, una actitud objetiva y explicativa
que garantice cierta fidelidad al conocimiento", en cuanto a la
necesidad de explicar, me ha hecho plantearme lo difícil que me es a
veces esto. En muchas ocasiones me encuentro a mí misma pensando
como puedo explicar lo que hago... Esto ocurre con nuestro trabajo,
no es fácil explicar qué hace un educador social, por qué lo hace
y cómo lo hace. Es difícil porque la elaboración de un criterio
común, de sistematizar y codificar la información es un proceso,
esta en continuo movimiento.
Zamanillo pasa a hablarnos sobre la importancia de "dotar de
sentido y comprensión" la práctica con la teoría. Es cierto
que a menudo los educadores sociales pecamos de ser una figura que
interviene, algo así como un comodín que sirve para todo, pero que
a la vez no se valora lo suficiente. Pero ¿quién tiene que darnos
ese valor?. Bajo mi punto de vista, uno mismo. Si entramos en las
comparaciones con otras profesiones, y adoptamos una postura
querulante no conseguiremos nada. En cambio si nos formamos, nos
mantenernos en movimiento, nos convertimos en "profesionales
reflexivos", aprendemos a valorarnos, a valorar lo que
hacemos...
"¿Por qué es necesaria la teoría? Porque, antes de actuar,
hay que comprender y para ello es necesario, antes de analizar y
explicar, ver y observar"
"Este es el puente entre la teoría y la práctica; no vale
la experiencia por sí misma si no se reflexiona sobre lo que
acontece". Es fundamental darnos tiempo para pensar en nuestro trabajo. Desgraciadamente la mayoría de las veces las prisas y las urgencias nos limitan esos momentos de reflexión. Sin ellos, actuando, nuestro trabajo no tiene el mismo valor.
"Escuchar supone una afectividad auditiva que nos hace oír y
reaccionar" "Entendimiento significa comunión,
conocimiento y creación" "Tres actitudes fundamentales
para el encuentro con el otro: observar, vivenciar y escuchar".
Estas tres frases recogidas del libro Trabajo Social con grupos y
pedagogía ciudadana recogen a la perfección el cambio que debe
realizar el profesional para con la relación con el usuario. Este
cambio es un proceso, creo que una relación con el otro nunca se
llega a estancar, siempre está en constante cambio, es dinámica.
Sin duda, esta "posición" puede no resultar muy cómoda
para aquellos profesionales que se creen en disposición de tener el
saber y que están jerárquicamente muy por encima de los usuarios.
Aquí estamos hablando de horizontalidad, desde el lugar del
profesional que escucha afectivamente, acompaña.
Para finalizar Zamanillo explica cuales son las teorías del
primer nivel para la formación de grupos:
- Interaccionismo simbólico: el autor más destacado es Mead.
Principalmente apunta a que "actuamos según las expectativas
que los demás tienen sobre nosotros". El hecho de participar
en un grupo hará aparecer la conciencia de sí mismo. Mead
difierencia entre dos tipos de interacciones: La simbólica, que es
aquella que implica interpretación del otro, y la no simbólica,
que da una respuesta directa, no pensada. En el interaccionismo
simbólico el self es social, sólo se elabora el self en al medida
en la que podamos incorporar al otro. En psicosis la no elaboración
de un self puede derivar en la creación de falsos self's que
sostienen a la persona de un vacío interior. En muchas ocasiones
no se tiene conciencia del otro... Según esta teoría, "mediante
la adopción de la actitud de la comunidad, en un proceso de
identificación con ella, podemos luego reaccionar a ésta,
replicando o aceptando".
- La teoría psicoanalítica: que habla de la represión que
la sociedad ejerce sobre el hombre, que a su vez la internaliza en
su superyo, y la sublimación de la energía. "el individuo
está en constante conflicto entre su naturaleza biológica y la
sociedad, encarnada primariamente por el grupo familiar". De
este modo, una persona puede desarrollar una enfermedad mental por
no haber sabido gestionar los conflictos que posee, la emoción
expresada (sobreprotección y/o sobrecrítica) está a la orden del
día en los sistemas familiares de los que son partícipes. "buscar
hacer conscientes los significados del incosnciente". Para
comenzar una terapia psicoanalítica uno debe estar dispuesto a
tolerar cierto desorden, ya que la formulación constante de
hipótesis vana desencadena cambios en el individuo... y, por lo
tanto, hay que desechar nuestras resistencias al mismo. "Freud
cree que en la medida en la que progresemos en nuestro
autoconocimiento, en el conocimiento de nuestras pulsiones,
podremos reconducir nuestras tendencias a la regresión de un yo
primitivo que nunca desaparece del todo".
- La teoría crítica: analiza la teoría y la práctica con
el fin de lograr la emancipación de la persona a través de
transformaciones en las estructuras sociales, a la vez que plantea
la importancia de pensar de los fenómenos sociales. Lo que más
destacable me parece de esta teoría es el hecho de "concebir
al sujeto como productor de su propia vida". Freire dijo "es
necesario desarrollar una pedagogía de la pregunta. Siempre
estamos escuchando una pedagogía de la respuesta. Los profesores
contestan a preguntas que los estudiantes no han hecho".
Escuchemos entonces, no demos por hecho, intervengamos desde la
experiencia profesional, pero también desde la experiencia del
usuario y desde la experiencia de la relación entre ambos. A
través de nuestra propia emacipación, ayudaremos a la
transformación de las condiciones de alienación de los usuarios.
Es necesaria una reflexión propia. No podemos pedir cambios en los
usuarios si nosotros estamos acomodados en nuestras posiciones.
Debemos atrevernos a reflexionar, a cambiar. En esta línea
Foucault hablaba del empoderamiento, que nos es más que capacitar
y facilitar la recuperación de aspectos olvidados o no
desarrollados.
- La teoría de sistemas: "el todo es diferente a la suma
de sus partes"En la teoría de sistemas, todo está
interelacionado. La retroalimentación, se refiere a su interacción
con el entorno, el sistema recibe información, positiva o
negativa. Es la capacidad de modificar la estructura y el
funcionamiento en función de los cambios que se producen en el
entorno. (Las relaciones entre los elementos no son unilaterales
sino circulares). El primer sistema del que formamos parte es
nuestra familia. "La perspectiva sistémica sirve de trama
para la orientación, la observación y el análisis de lo que
sucede en el grupo"
Como conclusión, tras haber leído y reflexionado sobre estos dos
primeros capítulos, sólo sé que a medida que pasan los años, me
doy cuenta de que sé muy poco sobre mi trabajo, que las cosas que
antes daba por hechas, ahora no dejo de cuestionarlas, y que creo que
esto de trabajar con grupos, con personas, es un continuo pensar que
jamás tendrá una respuesta absoluta... Es un proceso que nunca
finaliza.