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jueves, 5 de junio de 2014

TRABAJO FINAL




Es todo un reto personal el hecho de llevar 11 años trabajando con grupos y sentarte a estudiar intervención grupal.


A lo largo de la asignatura se ha podido ver como Lewin consideraba que teoría y práctica se encuentran ligadas y se nutren: a través de la práctica se desarrollan nuevas teorías y a su vez la teoría dota de bases que ayudan a resolver conflictos que surgen en la práctica. Desgraciadamente en muchas ocasiones esto no es posible.


Cuando comencé a trabajar con grupos no estaba formada, no sabía qué era un grupo, ni lo que debía hacer en él, ni conocía apenas teoría sobre el tema. Fue poco a poco cuando fue interesándome y empecé a formarme por mi cuenta, aunque he de reconocer que nunca tan en profundidad como hasta ahora.


A lo largo de la asignatura he podido pensar, masticar, elaborar y desarrollar ideas que sin duda han aportado a la base teórica que me contiene y sujeta en los grupos que coordino.
He podido entender la complejidad de los grupos, y su dificultad y poder.



A continuación haré un breve repaso sobre las ideas y conceptos que me han parecido más interesantes:

Me parece importante señalar la idea de Vinter de los grupos como "medio y contexto de tratamiento". El grupo es un medio, no es un fin. Es una herramienta de trabajo y se realiza en un contexto que facilita la consecución de unos objetivos para con la tarea. De este modo, el coordinador debe entender el grupo como un camino hacia la recuperación.


Me ha parecido especialmente interesante la aproximación que hace Zamanillo a las fases por las que pasan los grupos:
  • Fase de formación o dependencia
  • Fase de conflicto
  • Fase normativa o de organización
  • Fase de trabajo o de integración
  • Fase final.
Estas fases son cíclicas, es decir, se van repitiendo a lo largo del grupo, aunque si han sido bien resueltas anteriormente, será más fácil que el grupo pueda salir de una fase conflicto, o confusión, por ejemplo, para ponerse a trabajar en la tarea.


Según Gadamer es imprescindible que los sujetos rompan con el narcisismo primario para poder dar paso al "otro". Los grupos son facilitadores de identificaciones que nos abren la mirada al otro. Esto es todo un logro en psicosis, ya que el aparato psíquico del psicótico es diferente al del neurótico. Por otra parte, a lo largo de toda la asignatura se ha hablado mucho de la importancia de que pueda romperse con el narcisismo del profesional, para que éste pueda posicionarse en un lugar de escucha, y pueda ayudar a construir un saber en el grupo.

"El individuo en el grupo sufre, pero es la identificación la que puede salvar al sujeto del sufrimiento.... pone en marcha la empatía... la comprensión del yo ajeno.... posibilita al individuo la integración en el grupo y la pertenencia. Promueve la cooperación y la solidaridad y supone una restricción al narcisismo". Los grupos no son fáciles, pero a través de ellos, puede iniciarse un trabajo en el que se tiene en cuenta al otro. Comenzamos a pensar como grupo, somos y nos sentimos parte de él, trabajamos juntos hacia la tarea(tenemos en cuenta al otro), etc.

Antes hacía referencia al poder de los grupos: según Lewin "el grupo es un todo cuyas propiedades son diferentes a la suma de sus partes", tiene pues identidad propia, Castell lo llamaba sintalidad grupal: la esencia del grupo, la personalidad propia del mismo y todo lo que este produce.

Zamanillo hace referencia a la importancia de sentir que haya un exterior que es firme y tranquilizante. El encuadre contiene y sujeta al grupo.

Sin duda, para mí la idea más importante de toda la asignatura es la siguiente: no actuar antes de comprender. Poder pararnos a escuchar al otro, preguntarle, no dar cosas por sentado, entenderle, comprenderle.... es fundamental en el trabajo con personas y con grupos. Los coordinadores trabajamos con los grupos, pero para poder hacer eso tenemos que comprenderlos.
"Escuchar supone una afectividad auditiva que nos hace oír y reaccionar" "Entendimiento significa comunión, conocimiento y creación" "Tres actitudes fundamentales para el encuentro con el otro: observar, vivenciar y escuchar".

Esto tiene cierta relación con el sentimiento totalmente legítimo que despiertan los grupos a los coordinadores, "que no tema la simpatía y la hostilidad". Y es que tanto miedo da una cosa como la otra... Uno teme coger demasiado cariño a un grupo y a sus integrantes porque eso le acerca demasiado a los mismos y como coordinador debe guardar cierta distancia terapéutica; pero por otro lado, la hostilidad ataca en las inseguridades del coordinador, que ha tenido anteriores experiencias grupales propias que pueden despertársele con carácter regresivo en el grupo. ¿La necesidad de sentirse aceptado y querido es directamente proporcional con el hecho de ser un buen profesional? Es fácil caer en eso...

Muchas veces uno escucha, no lo que el compañero dice, sino lo que uno mismo puede escuchar. De ahí la importancia de que el coordinador de grupos acompañe al grupo desde donde se encuentre en un principio, vaya a la par con el grupo, no por delante.

Una idea que me atormenta, y probablemente me atormentará en el futuro, es la postura antiálgica de las personas con trastorno mental grave... Ese "no deseo" que bloquea toda intervención y que muchas veces hace que el profesional se posicione en un lugar agotador que no obtiene respuesta... A lo largo de mi carrera he podido observar como en ocasiones un profesional se desvive, suponiendo lo que al otro puede parecerle atractivo, y ofreciéndole un catálogo de posibilidades que no recoge... y en cambio, un día, casi sin darse cuenta, esa persona comienza a asistir a un grupo y en él encuentra su lugar. Con esto quiero decir que los grupos pueden ser una herramienta que facilite el deseo, porque posibilitan la interrelación.
Tarí en uno de sus artículos señala que "parecería que el grupo ideal para los profesionales es un grupo sin conflictos, cuando es precisamente la reactualización de los conflictos en un clima más favorable lo que posibilita acoger las partes psicóticas para reconducirlas a un sentido y patrimonio común". Cuando Zamanillo habla sobre dependencia/interdependencia entre los miembros de un grupo, hace reflejo de lo fácil que es caer en la igualdad en los grupos... Evita conflictos y situaciones incómodas, pero me pregunto de nuevo, ¿acaso un grupo no es el mejor lugar para aprender a resolver conflictos? "enmascarar las diferencias detrás del afecto afecta en los procesos comunicativos de los grupos". Si no se hablan las diferencias, se perpetúan y no se resuelven.

Por otro lado, considero interesante la explicación de por qué Stierlin piensa que en el modelo sistémico existe el "yo mismo":
  • "El yo mismo garantiza la identidad
  • se nos presenta como un sujeto y objeto de historias
  • es un descubridor e iniciador de opciones de supervivencia
  • está compuesto por un parlamento intrapsíquico (en él hay distintas fracciones que buscan el reconocimiento, el poder y la realización de sus necesidades"
  • porta recursos y soluciones a problemas que tiene el individuo muchas veces en el inconsciente
  • el yo mismo de la familia y de la comunidad ¿hasta qué punto está marcado por influencias externas y depende de ellas?"
En cuento a la figura del coordinador de grupos Zamanillo señala que "el coordinador no da ninguna pauta y su rol es no directivo, se mantiene así a una distancia de observador participante que señala, orienta y esclarece determinadas conductas cuando considera que lo requiere el proceso". El grupo tiene a caer en grupos de dependencia, de emparejamiento y en ataque-fuga, lo que hace tremendamente difícil la labor del profesional. Las exigencias a la coordinación suelen ser muy altas, lo que hace que al no ser resueltas como el grupo desea, se tienda a agredir a la coordinación. El mantenimiento del encuadre y el hecho de que el coordinador entienda de dónde vienen esas agresiones y esas demandas, va a ser fundamental para que pueda gestionar bien las dificultades del grupo. El coordinador siempre abogará porque "se sientas capaces de constituirse como sujetos de poder".
Las 5 reglas del coordinador según Zamanillo son las siguientes:
  • La atención flotante.
  • La neutralidad benevolente.
  • La abstinencia.
  • La interpretación dirigida al grupo.
  • La interpretación "hic et munc" (en el aquí y ahora del momento grupal).


Como se ha señalado antes, la coordinación es un lugar lleno de miedos e inseguridades que pueden ser resueltas con la ayuda de supervisión. Kesselman en "escenas temidas del coordinador de grupos" propone poder trabajar en grupo a través de psicodrama las situaciones que bloquean a los coordinadores de grupo. Para ello pide a un participante del grupo de coordinadores que cuente su escena temida al grupo, entonces se reflexiona sobre esa escena y se encuentra una escena familiar grupal anterior que tiene cierto parecido con dicha escena temida, es decir, una escena consonante. Se pide que se comparta la escena consonante con el grupo para poder pensar y trabajar sobre ella. Esto llevará al grupo a encontrar una escena resonante, que es la que contiene la totalización de todos los miedos y defensas posibles. Para finalizar, se trabaja sobre la escena temida de nuevo pero esta vez, resonará en el interior del coordinador de otro modo: escena resultante.


Todos los coordinadores de grupo tienen escenas temidas, lo importante es poder reconocerlas, y compartirlas para poder pensar de dónde vienen, y pueda trabajarse sobre ellas... De este modo será más difícil que el coordinador se bloquee cuando se presente frente a su escena temida.




Los grupos son medios para conseguir fines. Están vivos y en continuo movimiento. El coordinador trata de guiar al grupo para que trabaje en la tarea, sin dirigirlo. El trabajo con grupos coloca al profesional en un lugar de continuo cuestionamiento que facilita que pueda pensarse a sí mismo y al grupo. Sólo si el coordinador puede realizar un cambio interno de mirada, que posibilita y dota de valor y capacidad al grupo, podrá comprender que él no tiene el saber, sino que este es construido por el grupo. Y por supuesto, lo más importante, jamás deberá actuar antes de comprender. 

martes, 27 de mayo de 2014

Capítulo 12: RECURSOS TÉCNICOS Y PROFESIONALES EN LOS GRUPOS

RECURSOS TÉCNICOS Y PROFESIONALES EN LOS GRUPOS




"Quizá la enfermedad básica de nuestro tiempo sea una crisis de los deseos... El hombre actual no sabe qué ser, le falta imaginación para inventar el argumento de su propia vida".¿Cómo se consigue imaginar? ¿Cómo se consigue salir de este estado de anhedonia en el que algunas personas se encuentran? Como dice Zamanillo la primera premisa es "no actuar antes de comprender". Quizá se trata de establecer con la persona un vínculo terapéutico; el proceso de esto puede ser muy lento y, bajo mi punto de vista, no tiene fin, porque las relaciones no se terminan. Hay un documental que habla de esto: "toma mis alas rotas", donde se puede ver, sentir, que cuando alguien está a disposición del otro, y el otro está en un momento de su vida en el que desea un cambio, a través de la relación se puede trabajar con la persona para la recuperación.


En un momento del documental le hacen la siguiente pregunta a una persona: "¿sientes que tu terapeuta te quería?" y la respuesta fue "ella quería la salud en mí, quería mi fortaleza. Esas son las herramientas". Creo que ahí está la clave, acompañar a la persona guardando la distancia necesaria para poder acompañarle en el proceso de su recuperación, esto tiene mucho que ver con no actuar antes de comprender...


En otro momento del documental le preguntan a un psiquiatra que estuvo atendiendo durante años a una usuaria catatónica sin medicarla, "¿por qué no dejo de citarla 6 días a la semana durante años?", y su respuesta fue "porque no faltó a una cita". En fin, quizá estoy yéndome mucho por las ramas, pero con esto quiero decir que me parece fundamental escuchar al usuario y trazar con él/ella un plan hacia la recuperación, a su ritmo, y con sus metas. Debemos creer en las personas, ver su parte sana, porque la tienen. Existe.

Puede que no todas las experiencias de recuperación sean exitosas bajo el punto de vista del profesional, pero ahí está la clave de la recuperación: es el usuario el que decide sobre su propio proceso vital.
En realidad, no creo que exista una técnica mágica que facilite la recuperación de las personas... Creo que más bien tiene que ver con la relación que se establece entre usuario y profesional, pensándose bidireccionalmente.


Siempre y cuando la relación se base en respeto, escucha, comprensión y cariño, se estará yendo por el camino correcto. Da un poco de vértigo hablar de cariño, pero, no nos engañemos, los usuarios también nos "tocan", es imposible trabajar con las personas sin verse afectado por ellos.
La relación, el vínculo, afecta al otro y a uno mismo... y eso es algo a lo que debemos atender cada día, aunque a veces se nos olvide, o creemos resistencias que nos ayuden a no sentirnos vulnerables.


"Cómo ayudar a reflexionar a las personas para que puedan alcanzar su autonomía y aumentar su poder". Como dice Zamanillo: no actuando antes de comprender, escuchando al otro. El trabajo con grupos, siempre y cuando la persona esté preparada a entrar en un grupo, ayuda a reflexionar. De hecho, me parece que los grupos son tremendamente potentes para que la persona se pare a pensar, y comparta, y construya.


Zamanillo señala la importancia de que el grupo se cuestione sus verdades, y que el coordinador aprende en coevolución con el grupo. Y es que sólo si el grupo es capaz de cuestionarse, podrá reflexionar y aprender. Al igual que el coordinador, que siempre se encontrará en un proceso de aprendizaje...




"El coordinador no da ninguna pauta y su rol es no directivo, se mantiene así a una distancia de observador participante que señala, orienta y esclarece determinadas conductas cuando considera que lo requiere el proceso". Esto que así leído parece fácil es tremendamente complicado, porque le grupo al principio suele tender a posicionar al coordinador en el lugar de saber, que debe dirigirles (grupo de dependencia y ataque-fuga). Hay por tanto una demanda que no va a ser resuelta como el grupo desea, porque el coordinador debe abogar porque el grupo reflexione, coopere, construya, "porque se sientan capaces de constituirse como sujetos de poder".


El coordinador debe interpretar las relaciones que se establecen en el grupo y con él mismo, que se encuentra en una situación de poder. La interpretaciones tratan de hacer explícito lo implícito y que los participantes abandonen las actitudes de contradependencia.


Algunas de las tareas del coordinador de grupo según Ardoino:
  • Servir de catalizador en el grupo a las reacciones personales, interpersonales y colectivas.
  • Hacer tomar conciencia a los participantes.
  • Constituirse en un soporte privilegiado para las proyecciones de los participantes, y llegar a ser un objeto de transferencia.
  • Aconsejar al grupo con un rol de experto consultor, sin resolver él mismo los problemas.
  • El monitor sólo intervendrá excepcionalmente, trabajará en sentido no directivo.


Como señala Zamanillo "en grupo operativo se trata la comunicación por medio de las relaciones interpersonales y la observación de uno mismo y de los demás en el encuentro intersubjetivo". Es decir, observarse a uno mismo y al otro en las relaciones grupales que se establecen.


Los grupos se inician llenos de ansiedades que no mejoran cuando se encuentran ante un coordinador que confía en que el grupo puede construir, sin darle las cosas hechas.
Zamanillo señala que una de las escenas temidas del coordinador son las situaciones grupales en las que "se producen resistencias en el grupo a aprender, a evolucionar, a aceptar las interpretaciones del coordinador". Se habla de los miedos del coordinador, que están estrechamente relacionados con el narcisismo que tenemos todos. El coordinador puede sufrir ansiedad paraoide y ansiedad depresiva, es fundamental por lo tanto que se apoye en una supervisión.


El coordinador debe haber alcanzado un grado de maduración personal y profesional, que supone conocer el lugar que ocupa, pero saber dirigirlo sin ser directivo. Con lo fácil que es caer en dirigir, porque a los profesionales nos sostiene... Hay que estar repensándose siempre para poder acompañar al grupo, sin dirigirlo.


A continuación recojo las 5 reglas del coordinador que señala Zamanillo:
  • La atención flotante.
  • La neutralidad benevolente.
  • La abstinencia.
  • La interpretación dirigida al grupo.
  • La interpretación "hic et munc". (interpretación en el aquí y ahora del momento grupal).


En grupo operativo existe un coordinador y un observador de grupo. El coordinador explicita el encuadre, hace señalamientos, acompaña más activamente, en cambio el observador es un sujeto que permanece en cierto modo fuera del grupo, para hacer una devolución al final de cada sesión. "La tarea del observador consiste en registrar datos, indicios que permitan establecer hipótesis acerca del desarrollo de un grupo, de su relación con sus objetivos, las dificultades que surgen en la tarea, las modalidades de abordaje de la tarea, la resolución de dificultades, etc.". Señala Zamanillo que el observador debe también interpretar los datos que recoge.
El coordinador del grupo es también un observador, un observador participante.
EL observador debe hacer una devolución objetiva al grupo al finalizar cada sesión.


¿Qué se debe observar en un grupo operativo?
  • Sobre el tiempo de apertura: la asistencia, puntualidad, si llegan al grupo en gupos o aislados, quien se sienta al lado de quien, conversaciones previas, primeras intervenciones, etc.
  • Sobre el desarrollo de la sesión: Zamanillo habla de la teoría del cono invertido repasando cada una de los puntos:
    • Pertinencia: capacidad del grupo para trabajar en la tarea.
    • Comunicación: conocer el feedback, las distintas reacciones.
    • Aprendizaje: se produce un cambio a medida que se van apropiando instrumentos.
    • Pertenencia: sentirse "parte de". La visión que tienen del grupo los participantes. Utilizar el "nosotros". Cuidado con la ilusión grupal en esta fase.
    • Cooperación: se mide por los esfuerzos y fracasos del grupo para con la tarea. El grupo se organiza y coopera para trabajar en la tarea.
    • La Telé: conocimiento y sentimiento de la situación real de los otros (atracción o rechazo).

En todo grupo se presenta lo manifiesto o lo explícito y lo implícito o latente. La labor del coordinador será poder ir explicitando lo latente en clave grupal , a medida que el grupo pueda ir escuchándolo. La teoría ayudará como sostén al coordinador de grupos, porque en muchas ocasiones el coordinador va a sentirse perdido.


Zamanillo pasa después a hablar de la supervisión profesional. Si bien considero importante poder realizar una supervisión exterior a los grupos y al coordinador, no sé hasta qué punto estoy de acuerdo con que sea imprescindible.


Tengo la suerte de trabajar en un equipo multidisciplinar, en el que existen varios espacios para hablar en profundidad de los grupos. Los coordinadores llevamos a reunión alguna sesión significativa del grupo o nuestras propias ansiedades, y el equipo ayuda como supervisor externo. Soy consciente de que esto no es tarea sencilla y que en muchos equipos sería inviable porque se necesita un nivel elevado de confianza en el equipo y de maduración profesional y personal de sus miembros. Al fin y al cabo, la tarea de todo supervisor es ayudar a "contener los miedos y emociones que suscita todo grupo; elaborar y evaluar con el grupo sus normas; conocer a las personas del grupo; reconocer los momentos por los que pasa el grupo; estimular al coordinador; bajar defensas y observar, ver, escuchar y vivenciar a las personas del grupo; y transformar actitudes"
En definitiva, acompañar al coordinador en su acompañamiento al grupo. Pienso en el apoyo del equipo como supervisor externo porque las supervisiones externas no suelen ser financiadas por las empresas (aunque deberían serlo), y suelen tener un coste económico muy elevado.


Para finalizar este capítulo, Zamanillo termina acercándonos a una experiencia de grupo operativo de personas que recibían el RMI. En ella pueden observarse claramente las diferentes fases por las que pasan los grupos... Hay una frase que me ha llamado especialmente la atención y con la que estoy completamente de acuerdo y es "la palabra es la única forma de neutralizar la agresión". Y es que la palabra es un arma muy potente y valiosa, a la que debemos prestar más atención.
A lo largo de la experiencia de grupo se puede ver como el grupo deposita en un participante todo lo malo ¿si ese participante es expulsado por la coordinación el grupo continuará sin problemas? ¿No se está exigiendo aquí a la coordinación que tome una decisión porque le grupo no está siendo capaz de confrontar una situación? Bajo mi punto de vista se depositan cosas en esa persona que no serán resueltas con su abandono, por lo que las intervenciones de la coordinación son brillantes: que esto pueda hablarse en el grupo. Lázaro confrontaba, y haciéndolo él lo hacía todo el grupo, había una depositación en él, a través de él el grupo

El coordinador ayuda al grupo a reflexionar y la experiencia resulta exitosa para todos.

domingo, 4 de mayo de 2014

Capítulo 6: La comunicación.

Es fundamental que el profesional pueda escuchar la comunicación en grupos, la verbal y la no verbal, pero también lo que comunica el grupo como grupo, siendo capaces de ver más allá de los sujetos que lo conforman.
"Se trata de pensar en voz alta para producir conocimiento", es decir, el grupo construye a través de la interelación.
Zamanillo apunta que el pensamiento del individuo no puede ser sólo racional ya que también está impregnado de fuerzas inconscientes. Un individuo en grupo colabora en la formación de un pensamiento grupal, por ello en muchas ocasiones habla en boca de algún sujeto en particular.
Es importante recordar que existe un aparato psíquico grupal, es decir, el coordinador debe entender al grupo como tal, sin caer en entender y escuchar las aportaciones de sus miembros como algo personal de ellos, sino entendiendo que lo que se dice habla del grupo y del momento en el que se encuentra. Esto es tremendamente difícil ya que lo sencillo es caer en pensar que fulanito ha dicho tal porque estaba enfadado, o porque estaba triste... Sí, las personas que forman el grupo vienen con situaciones personales que influyen, y con experiencias en otros grupos que suelen repetir como patrones, pero hay que ser capaces de ver más allá, y de entender al grupo como grupo, sólo así podremos coordinarlo de manera que existan sentimientos de pertenencia, cooperación, escucha, etc.


En cuanto al modelo sociopsicológico de la comunicación, me parece interesante que entiende que los que hablan "son dos o más personas", por lo que no hay una única historia, deben atenderse y entenderse todas, transferencia, contratransferencia... Es imposible que exista comunicación si nos posicionamos como sujetos a los que no les produce ninguna emoción el mensaje que reciben. El otro día en un grupo multifamiliar al que asisto se habló precisamente de esto, de la falta de calidez, de la poca autenticidad... y es que a veces nos colocamos tras una máscara que en nada ayuda a nadie. Cuanto menos encorsetados estemos, más podremos acercarnos a los usuarios, y acompañarles hacia la recuperación.


En cuanto al modelo sistémico, atiende a que todo lo que ocurre en el grupo comunica algo del grupo. En el primer axioma se cita que existen tres formas de comunicarse: aceptación, negación y descalificación. En el segundo axioma se habla de dos aspectos: lo que se dice y como se dice (esto último tiene que ver con la forma de relación que tenemos con el otro). Según el tercer axioma, es importante tener en cuenta como se intercambian los mensajes. Y, por último, el cuarto axioma atiende a los tipos de relaciones: simétricas (igualdad) o complementarias (diferencia).


En cuanto a la argumentación me gustaría señalar la importancia de que argumentamos para llegar a algo (conclusión), y que para ello orientamos lo que decimos hacia un fin, con una fuerza para dar veracidad a lo que decimos y con una intención que busca reconocimiento. Para el ser humano es primordial sentirse reconocido. Tanto es así que a veces uno puede mantenerse durante mucho tiempo en un rol que no le ayuda con tal de ser reconocido por el otro. Un claro ejemplo de esto es el estigma que poseen las personas con enfermedad mental, no es un lugar cómodo el que ocupan, pero al fin y al cabo es un lugar...


Zamanillo al hablar sobre dependencia/interdependencia entre los miembros de un grupo, me ha hecho recordar de nuevo lo cómodo que es para el profesional y para el propio grupo que se caiga en la igualdad... Eso nos evita conflictos y situaciones incómodas, pero me pregunto de nuevo, ¿acaso un grupo no es el mejor lugar para aprender a resolver conflictos? "enmascarar las diferencias detrás del afecto afecta en los procesos comunicativos de los grupos", y es que si no se hablan las diferencias, se perpetúan... y no se resuelven.


Los participantes de los grupos se moverán contínuamente entre el deseo de individuación y el deseo de fusión ya que los grupos son cíclicos. Los ideal es que se encuentre un equilibrio en ambos deseos, por lo que el coordinador debe entenderlos y facilitar que puedan experimentarse en el grupo.

Que los grupos vivan la fase de dependencia es normal, es lo que tiene que ocurrir, pero ¿Cómo salir de esa fase? "el deseo del individuo de sentirse dueño de su destino y de concentrarse sobre aquellos aspectos de su vida mental que siente como verdaderamente propios y que se originan en su interior..." y es que cada uno acude al grupo con una forma de entender el mundo, y cada uno tiene una opinión de las cosas. Lo enriquecedor es poder comunicar y que exista un feeedback que nos ayude a pensar, y a construir juntos.


Zamanillo trae a escena los vínculos afectivos y la capacidad de integrar a personas extrañas al grupo de origen. Que en el grupo se crean vínculos afectivos, sin duda... Pero tengo una especie de debate interno en cuanto a la inclusión de nuevos miembros una vez esté avanzado el grupo. Por un lado entiendo que es una oportunidad para poder trabajar ciertos aspectos, pero por otro lado, cuando los grupos están trabajando en la tarea, puede resultar perjudicial para el grupo la inclusión de nuevos miembros que pueden entorpecer. Pongo un ejemplo, en un grupo de percusión que coordino, dejamos tres meses para que existan nuevas incorporaciones, pero pasado ese tiempo el grupo decidió que tendría un carácter cerrado ya que nos pusimos a trabajar en la construcción de una actuación y el hecho de que se entrara gente nueva iba a a suponer que se explicara todo el trabajo realizado y terminaría entorpeciendo el trabajo con la tarea. Fue una decisión del grupo y la respeto y comparto por una parte, pero por otra ¿no resultará esto una resistencia grupal? "aprender a soportar y resolver tensiones es uno de los objetivos de todo grupo".


Murray Bowen desarrolló una teoría de la diferenciación del individuo en la que explicaba que no existe de manera completa, ya que todos en mayor o menor medida dependemos de lo que los demás piensen sobre lo que nosotros pensamos y sentimos.
Hay personas en las que le peso del otro es abrumador, y crean vínculos de dependencia. Esto ocurre con las personas con trastorno mental, es difícil saber qué es lo que desea la persona, sin influencias de los demás... de ahí que conseguir que uno sea capaz de decidir sobre su vida es un básico en el modelo de recuperación.


Stierlin se pregunta si desde el modelo sistémico existe el yo mismo, y a continuación se explica por qué considera que sí:
  • "El yo mismo garantiza la identidad
  • se nos presenta como un sujeto y objeto de historias
  • es un descubridor e iniciador de opciones de supervivencia
  • está compuesto por un parlamento intrapsíquico (en él hay distintas fracciones que buscan el reconocimiento, el poder y la realización de sus necesidades"
  • porta recursos y soluciones a problemas que tiene el individuo muchas veces en el inconsciente
  • el yo mismo de la familia y de la comunidad ¿hasta qué punto está marcado por influencias externas y depende de ellas?"

Personalmente estoy completamente de acuerdo con esto, considero que el yo mismo se va formando en la niñez a través de las relaciones (sobretodo las familiares), y a medida que pasa el tiempo el resto de relaciones que tenemos van marcando nuestro yo. La dificultad está cuando el yo es tan débil que la persona cuando está sola se queda en el vacío, en la nada. El yo mismo nos sostiene, nos contiene, da sentido. ¿Cómo ayudar a una persona a crearse una identidad propia en la edad adulta? Dotándole de recursos para que pueda ir abandonando una relación simbiótica que le come y no le ha permitido la formación de un yo... "Aceptar al tú como semejante y al mismo tiempo como complementario del yo".


"Necesitamos estructuras sociales que nos ayuden a coevolucionar nuestro yo con la comunidad en la que vivimos en continua comunicación". Los grupos favorecen la individuación conexa ya que introducen el "nosotros".


El papel que tiene el coordinador en el grupo es importantísimo ya que debe entender y tolerar las contradicciones, pero además tiene que conocer en qué momento se encuentra el grupo. En los grupos se mueven los afectos, se coge cariño al grupo, y eso no debe asustarnos a la hora de coordinar, aunque es importante ser capaces de mantener cierta distancia. El grupo permite que sus miembros tengan una conciencia individualizada de uno mismo y del otro.


Por último, me quedo con esta frase de Zamanillo: "La coevolución permite la autoorganización" hacia la tarea. Los coordinadores de los grupos debemos ser pacientes, no buscar resultados inmediatos, la creación de un grupo va poco a poco, y, como he señalado anteriormente, los momentos de los grupos son cíclicos... Es natural que se pasen por diferentes fases y se vuelvan a las anteriores, aunque cada vez el grupo debería saber gestionar mejor cada fase. Por ejemplo, en un grupo que ha pasado por una fase confusional, y por una de conexión con las emociones, al volver a la fase confusional, se debería poder conectar de un modo más rápido y fácil con lo emocional de nuevo...










lunes, 7 de abril de 2014

4º trabajo - Artículos: "Trabajo social de grupo con personas sin hogar: de la soledad al vínculo" y "Eficacia de la terapia grupal en la calidad de vida y el estado emocional en mujeres con cáncer de mama"

En el artículo "Trabajo social de grupo con personas sin hogar: de la soledad al vínculo", se habla de los grupos abiertos como forma de facilitar el vínculo. El hecho de no exigir una asistencia continuada permite que las personas se sientan más libres de permitirse "probar" y acudir. Se trata de un espacio flexible donde todo el mundo es bienvenido y donde las normas del grupo son casi de sentido común.


Al leer en el artículo la experiencia de la sala abierta no he dejado de preguntarme por qué no se continuó realizando ese grupo de manera tan abierta, valga la redundancia. Considero casi imprescindible que en los centros de atención a personas, sean del colectivo que sean existan espacios abiertos con muy baja exigencia y que faciliten que la persona encuentre en él un lugar seguro, de confianza, donde posteriormente poder depositar sus necesidades, y a partir de ellas, acompañarles en su proceso de recuperación.


Se relata como la experiencia de grupo es enriquecedora desde que se comparten vivencias y opiniones, y eso ayuda a "reconocerse distinto a los demás", a entender que hay un otro y a ocupar un lugar de importancia dentro de la vida del otro.
En cuanto a romper dicotomías, la dinámica del "todo o nada", me parece fundamental en el trabajo con personas. En muchas ocasiones tendemos a movernos en ese tipo de valores y estar en grupo, pensar en grupo, construir en grupo nos facilita una escala de grises que no contemplábamos antes.


"Muchas veces uno escucha, no lo que el compañero dice, sino lo que uno mismo puede escuchar". Debemos partir de la base de que cada persona llega a nuestro recurso desde un lugar propio personal e incuestionable. No podemos ni debemos forzar a la persona a que se coloque en otro lugar, sino que debemos acompañarla desde donde está. Para ello, es imprescindible pararnos a escuchar, ayudar al otro a construir un pensamiento a través de la palabra.
Por ello me parece tan importante la existencia de grupos abiertos en los que la persona pueda acudir desde su momento personal porque no van a haber exigencias que la persona no va a poder tolerar. (Partiendo de la base de que estar en grupo es difícil en sí mismo).


Me ha gustado especialmente la idea de que a través de grupos abiertos, surgieran algunos grupos cerrados, porque entiendo que surgieron desde las necesidades compartidas en esos espacios.
Los grupos cerrados que se nos plantean en este artículo se realizan a través de la observación el juicio y la actuación. Se trata de grupos psicoeducativos en los que el profesional tiene el lugar de experto y es el que forma.
Personalmente, aunque considero que el profesional sí tiene algo de saber (que no es para nada absoluto) mi experiencia con grupos ha resultado más positiva cuando es el grupo el que piensa y el que construye un saber a través de la comunicación y la cooperación entre los participantes.


En las fases de inicio y desarrollo del grupo se explica que son los profesionales los que detectan una necesidad y los que crean el grupo. Llevo un tiempo cuestionándome si esto podría/debería hacerse desde otro lugar, es decir, con los usuarios. Sé que esto es más difícil y probablemente mucho más lento que si el profesional construye él solo los espacios. Pero ¿no serían espacios más útiles si se construyeran conjuntamente? Creo firmemente que la transparencia del profesional es fundamental, y mucho me temo que cuando escuchamos a un usuario, en un momento determinado dejamos de escucharle para presuponerle. Debemos estar mas atentos en poder devolverle lo que estamos pensando en el momento en el que está existiendo la comunicación, porque sólo así existirá una comunicación real.
Y me planteo esto entendiendo que en ocasiones es necesario dar hechos los grupos, pero resistiéndome a creer que siempre tenga que ser así, pensando que en ocasiones esto de hace por comodidad del profesional y por tradición, ya que construir algo desde la nada con un grupo de personas es mucho más costoso, lento y difícil.


Sin intentar desvalorizar el trabajo que se realizó con los grupos cerrados para las personas sin hogar, hay una cosa que me ha llamado especialmente la atención, se recoge en el artículo que "no se deben tapar los conflictos", que en alguna ocasión "se ha parado la actividad para poder resolver conflictos", pero más tarde se comenta que "en la sala contigua hay siempre un profesional por si fuera necesario contener a alguna persona que venga muy desbordada". ¿Acaso el grupo no es en sí contenedor?, ¿no se está tapando el conflicto al tratarse fuera del grupo y además, por un profesional? En mi humilde opinión, si una persona comparte una situación personal de desborde en un grupo, eso es algo muy valioso que el grupo debe reconocerle pensando juntos sobre eso...


También el hecho de que la función de la alumna en prácticas fuera observar y aprender, y no participar, me hace cuestionarme si algunas de las ideas recogidas en el artículo son "ideales", pero no "practicables" en sus grupos. En mi recurso, cuando una persona ha acudido a realizar prácticas, se le pide que entre en los grupos como participante. Actualmente vienen dos alumnas de prácticas al grupo multifamiliar y nos parecía necesario que no entraran como meras observadoras, ya que sólo se aprende experimentando, y que el hecho de que participen en el grupo ayuda a que puedan posicionarse como profesionales, pero también como personas. Es necesario vivir un grupo desde dentro para poder entenderlo. El profesional debe mantener un equilibrio entre distancia y cercanía que permita que el grupo sea terapéutico, pero si la balanza se inclina hacia uno de los dos lados, cercanía o distancia, dificultará la formación del grupo.


Cuando se citan en el segundo artículo propuesto para la lectura era el de "Eficacia de la terapia grupal en la calidad de vida y el estado emocional en mujeres con cáncer de mama" los beneficios de la terapia de grupo, echo de menos el que a mi juicio es más importante, que es el poder del grupo en sí mismo. Soy consciente que está escrito desde una perspectiva cognitivo-conductual, pero existen conceptos grupales en el artículo que distan de lo que yo entiendo como grupo. Por ejemplo, se habla de "apoyo mutuo", en realidad, los grupos de ayuda mutua se autogestionan y en ellos no participan profesionales. Es cierto que el trabajo con grupos facilita la empatía y la cooperación entre los participantes, pero el objetivo en sí mismo, bajo mi punto de vista, no debe ser que entre ellos se generen lazos de apoyo mutuo, sino estaríamos hablando de facilitar la creación de un grupo (por su cuenta) de usuarios que deseen reunirse para ayudarse mutuamente y sin la intervención de un profesional.


También me planteo si la formación de un grupo no conlleva mas tiempo que 6 sesiones de dos horas cada una. En mi experiencia con grupos, la formación de los mismos es todo un proceso, normalmente se tarda varias sesiones en empezar a sentir al grupo como grupo, como se ha explicado en anteriores lecturas, existen diferentes fases (cíclicas) en los grupos y todo grupo necesita unas sesiones de "acople", de poder "tantear", de resistencias al grupo, de miedo a la pérdida de individualización, y de comienzo de trabajo grupal... Me parece realmente complicado llegar a nombrar como "grupo" a los que se realizaron de estado de ánimo y de autoestima y habilidades de comunicación. Y esta vez no parto de la base de mi experiencia con grupos de personas con trastorno mental grave, sino de mi experiencia con grupos en general y mi particular visión y concepto de los mismos. Yo no entiendo como grupo una reunión de personas en las que una de ellas explica conceptos y herramientas y se va. Para mí un grupo es un lugar donde existe interelación, un grupo es dinámico, está en continuo proceso...


También entiendo que los grupos formados para mujeres con cáncer de mama fueron creados para realizar una investigación y que el verdadero motivo de la formación de un grupo está muy presente en el mismo aunque queramos darle otro cariz. Es decir, si creamos un grupo para demostrar algo, difícilmente podremos dejar de pensar en el objeto de estudio para poder entender al grupo como tal, para construir con él.




viernes, 4 de abril de 2014

Capítulo 3 "Teorías de intervención en grupos pequeños"

El capítulo 3 "Teorías de la intervención en los grupos pequeños" se detiene en la Teoría de campo de Lewin. En la misma se explica que la conducta de los participantes depende de lo que vaya ocurriendo en el grupo (a lo largo del mismo).
Lo que sucede en el grupo es dinámico, circular, para nada estático. Para Lewin teoría y práctica se encuentran ligadas y se nutren, por lo que a través de la práctica desarrollaremos nuevas teorías y la teoría nos dotará de una bases que ns ayuden a resolver los conflictos que surgen en la práctica. Los roles que ocupan los miembros del grupo van rotando, o deberían ir rotando. Los movimientos grupales pueden ser síntoma de que el grupo va formándose como un todo, y de que existe una sinergia grupal.
"El camino para alcanzar la objetividad es entrar en la subjetividad del sujeto", como veíamos en los anteriores capítulos "Entendimiento significa comunión, conocimiento y creación", "las tres actitudes fundamentales para el encuentro con el otro son observar, vivenciar y escuchar". Y es que sólo lograremos ser objetivos con el otro, si somos capaces de entenderle como sujeto que piensa, siente, decide, es capaz,...
Una vez leí una frase que me hizo pensar: "uno no puede ser sin desobedecer", y es que cuando el usuario pregunta directa o indirectamente lo que tiene que hacer, puede ser muy gratificante para el narcisismo del profesional, pero eso tiene un precio. En un primer momento, si el profesional entra en esa demanda, el usuario se acoge a lo que éste le diga, pero después puede generarle rabia. Al fin y al cabo está acatando una decisión que no es suya, y que probablemente le puede llegar a ser ajena. Para el profesional tampoco es gratuito tomar decisiones por otra persona.
Por lo que uno es, en la medida en la que se capacita a sí mismo, desobedece si debe hacerlo, toma decisiones y acepta las responsabilidades de las mismas.


Volviendo a Lewin, Zamanillo cita varias características importantes de la teoría de campo:

  • La sinergia grupal
  • Las fuerzas contradictorias que generan tensión: unas tienden hacia la cohesión y las otras hacia la destrucción.
  • "El individuo no ve sólo su situación presente, sino que tiene expectativas, deseos y temores respecto a su futuro y opiniones respecto a su pasado..."
  • Lewin cree que para que haya habido aprendizaje deben haberse dado los siguientes cambios: en el conocimiento, en la motivación, en la pertenencia y en el control voluntario del cuerpo.
La clave con las personas con trastorno mental es la dificultad de sentir deseo ¿cómo se facilita que una persona que no es capaz de sentir deseo despierte inquietudes? El deseo es fundamental para la motivación hacia el cambio, y por consiguiente, para el aprendizaje. "La democracia en oposición a la autocracia.... La democracia debe suponer algo por sí misma en lugar de que la muevan pasivamente fuerzas impuestas". Por lo tanto, no sirve de nada que realicemos actividades para las que el profesional está muy motivado (o que considera "intervenciones estrella", si arrastra al usuario. Pero insisto ¿cómo hacer que surja el deseo?. En un artículo de Tarí se habla de la postura antiálgica que planteaba Racarnier: "Lo espontáneo en la locura es la evitación del esfuerzo". Esto es sin duda lo que más me angustia y me produce agotamiento de mi trabajo.... el no cambio. La postura antiálgica.
Los grupos son una buena herramienta para el surgimiento de deseos, porque dan lugar a las identificaciones, y con ello al "otro" y al yo mismo. Los grupos son valiosos porque dotan a la persona de un lugar, un lugar más allá de la afiliación, un lugar de pertenencia, de cooperación, de aprendizaje,de comunicación, de cohexión.


A continuación, Teresa Zamanillo nos invita a pensar en los grupos de orientación freudiana. Relata un recorrido sobre lo incosnciente, el preconsciente y la conciencia. Así como el "yo", el "ello" y el "superyo". Me parece interesante parar en la definición de síntoma "Puesto que se le deniega la satisfacción normal que desea... termina por irrumpir en el yo y en la conciencia, de forma sustitutiva y desfigurada hasta volverse irreconocible; así se crea lo que se llama síntoma, que tiene como objetivo cancelar la situación de peligro", por lo tanto podemos decir que la realidad de las personas con trastorno mental grave es tan brutal, que a veces se generan delirios que les muestran otra realidad más asumible.



En cuanto a la represión ("operación por medio de la cual el sujeto intenta rechazar o mantener en el inconsciente representaciones ligados a una pulsión"). La represión es humana, todos nos reprimimos, pero en ocasiones está alterada por exceso o por defecto, en mi trabajo puede verse claramente, hay personas que se reprimen excesivamente por miedo a revivir aquella época en la que a penas se reprimían. Y otras que no hacen una criba interna y exponen/dicen/actúan aquello que piensan.



Los mecanismos de defensa buscan la homeostasis. "la puesta en marcha de esas conductas depende de la interiorización de pautas muy primitivas de reacción que, a su vez, estuvieron determinadas por las más tempranas relaciones del objeto... son funciones del yo, que se desarrollan y establecen en el individuo como parte de su maduración psicológica, para resolver e intervenir en el conflicto intrapsíquico, así como en el conflicto entre el organismo y el medio ambiente".. Son, pues, maneras de manejarse con el mundo según las experiencias que hayamos vivido. Y esto es muy valioso, porque si somos capaces de pensarlo desde ahí, seremos capaces de pensar más allá, de no quedarnos en la obviedad y de identificar lo que le sucede al usuario, y a nosotros mismos.

Para mí es importante pensar en esto de los mecanismos de defensa desde algo que nos ocurre a todos, profesional y usuario, como parte de un proceso de vinculación también.

A la hora de pensar en un grupo y de los mecanismos de defensa, es imprescindible hablar de las resistencias. Es natural que se generen resistencias, que no son más que miedo al cambio. Al comenzar un proceso grupal, lo natural es que, cuando se comienza a pensar en "nosotros", la persona empiece a cuestionarse donde queda su individualidad, y eso le genere temores y resistencias.


Esto nos lleva a pensar en el narcisismo: el temor a desaparecer es una forma de narcisismo. Zamanillo nos introduce en el narcisismo primario (infantil) y en el secundario (propio y común entre los adultos, que nutren su narcisismo de identificaciones y del reconocimiento del otro).

Al leerlo me preguntaba si esto del narcisismo primario es lo que ocurre en la psicosis, en ocasiones no existe interelación con el otro, sino que el psicótico entiende al otro como un objeto del que obtiene cosas. De ahí la importancia de que el profesional no caiga en eso, que se posicione como sujeto, que no desarrolle únicamente una función materna, sin introducir la paterna, porque reproduciríamos de nuevo lo que puede estar pasando en sus casas.


Más tarde pasamos a conocer a Bion y su enfoque psicoanalítico. Bion comenzó a trabajar con grupos terapéuticos durante la segunda guerra mundial, y aunque la experiencia fue corta, le ayudó a pensar en esto de los grupos.
Lo primero que pensó es en la importancia de la tarea, de un objetivo común por el que el grupo se reúne y para lo que va a trabajar. Esto sería algo explícito, y todos los integrantes del grupo deben estar de acuerdo con ella.
También pensó en la importancia de introducir "disciplina", al leerlo no he podido evitar pensar en el encuadre, es decir, en unos mínimos que el grupo debe cumplir y que contienen y sostienen el grupo: que todos los integrantes del grupo conozcan qué día va a celebrarse el grupo, a qué hora y dónde. Quienes son los coordinadores de ese espacio, cual es la tarea. Y todo aquello que el grupo quiera ir introduciendo como encuadre (normas del tipo, no se permite entrar pasados diez minutos desde el comienzo del grupo, no se permiten las agresiones verbales, etc).



Me ha parecido especialmente interesante la parte en la que dice "... la recomendación de que el coordinador conozca sus faltas, respete a las personas y no tema su simpatía y hostilidad. Por la primera -la simpatía-, se deslizaría hacia la "ilusión grupal" o las alianzas con personas del grupo, entre otros errores en los que pueden caer los coordinadores. Debido al temor de la hostilidad del grupo le puede invadir una ansiedad depresiva no manejable, que puede convertirse en la búsqueda constante de la simpatía o en el aislamiento. Compromiso y distancia son las únicas recomendaciones para estos estados tan corrientes que acechan a los coordinadores".

Y es que caer en eso es fácil, ya que uno de manera inconsciente busca ser aceptado y querido por el grupo, porque el propio narcisismo del profesional nos lleva a querer "ser buenos" en lo que hacemos, y buscamos continuo reconocimiento.
Trabajar con grupos no es fácil, uno se expone a ser el blanco de agresiones grupales y a tener que lidiar con situaciones en las que el grupo exige al coordinador cosas que no benefician al grupo. Trabajar con las resistencias del grupo y con las propias es una ardua tarea que siempre es más llevadera si puede supervisarse.


Quiero señalar las características de grupo según Bion:

  • Tener "un propósito común"
  • "El reconocimiento común de los límites del grupo y de sus posiciones y sus funciones...."
  • "La capacidad de absorber a nuevos miembros y perder otros sin temor a que se deteriore el carácter de grupo".
  • "Cada miembro es valorado individualmente por su contribución al grupo"
  • "El grupo debe tener capacidad para enfrentar el descontento o los conflictos que surjan dentro de él"
El grupo debe tener un "para qué" y trabajar en conjunto sobre él, esto permitirá que se vaya generando esa idea tan importante en grupos como es la cooperación. Asimismo el grupo debe poseer un encuadre que facilite conocer sus limitaciones.
La pérdida de algún miembro del grupo puede ser una oportunidad para elaborar un duelo no trabajado. Un duelo es una pérdida y todos hemos sufrido pérdidas, Quizá algunas no han sido gestionadas y vivir el abandono de una persona del grupo puede abrir puertas a que se puedan hablar otros duelos.
Como ya mencioné en el anterior trabajo, a veces los profesionales estamos un poco confundidos con esto de los grupos, ya que entendemos que el grupo ideal es aquel en el que no existe el conflicto, cuando es precisamente lo contrario. El grupo es un lugar excepcional para trabajar el conflicto, de hecho, es natural que en un grupo surjan conflictos, y el grupo debe ser lo suficientemente fuerte como para poder hacerse cargo de los mismos.


Bion considera que existe una mentalidad grupal que va más allá de todas las contribuciones individuales que se hacen en el grupo y que se opone a los objetivos individuales de los componentes del grupo. Para esto distingue entre tres supuestos: grupos de dependencia, de emparejamiento y de ataque-fuga. Para entender estos supuestos, Bion considera al hombre como un animal gregario, que es aquel que está en continuo conflicto con los demás y con él mismo. El grupo no tiene intencionalidad, sino que actúa de manera inconsciente.



Tras atribuir al grupo una mentalidad grupal, Bion distingue entre tres supuestos sobre grupos:

  • Grupo de trabajo: sería el estado ideal de un grupo en el que existe un estado cooperativo y tiende a evolucionar
  • Grupo de dependencia: en el que el coordinador tiene el saber, lo que un gran malestar para los participantes (que se colocan en un lugar de no saber, está en una continua espera de que el coordinador "haga algo" y eso puede generar rabia) y para el mismo coordinador (porque no existe un saber único, el lugar de encontrarse arriba en una jerarquía es difícil, es blanco de agresiones y desvalorizaciones). El coordinador no confía en que el grupo pueda construir y el grupo tiende a sentirse abandonado por el coordinador si éste les pide que construyan, y no que escuchen su saber.
  • Ataque-Fuga: se tiende a atacar o a huir, y los individuos sienten que prevalece la supervivencia del grupo a la del individuo.
Me planteo si esto no son más que fases por las que pueden pasar los grupos... los momentos por los que pasan los grupos son cíclicos, los grupos son dinámicos, tienen vida, están en continua construcción.


Anzieu se pregunta si existe un inconsciente grupal y se formula las siguientes preguntas: "¿qué pasa en los grupos? ¿cómo transcurre?"

Aunque Anzieu ya se comenzó a plantear la idea de que los grupos están envueltos por una parte que mira hacia "la realidad externa física y social" y otra parte que mira hacia "la realidad interna de los miembros del grupo", es Käes quien comienza a nombrar el aparato psíquico grupal. Este aparato psíquico está definido por los aparatos psíquicos de cada uno de los miembros del grupo más por la experiencia grupal, "la cultura del entorno", y "las representaciones colectivas"


Anzieu explica el ideal del yo como un modelo a seguir y habla de una fase inevitable en todos los grupos: la ilusión grupal. En ella todos los miembros se creen iguales, existe un momento regresivo en el que los miembros tienden a fusionarse porque se encuentran a gusto juntos. Además existe un temor a sentirse fraccionado.



Una vez que las personas que forman el grupo asumen su angustia, puede pasarse a pensar del yo al nosotros, "nace una unidad superior a cada individuo".
El coordinador debe hacer explícita la transferencia para pasar de ser un objeto en el que depositar,a ser un sujeto. En mi opinión, si se puede, también debería devolverse algo de la contratransferencia. Imprescindible "hacer el esfuerzo de observación de su conducta en el grupo (la del coordinador), para no caer en la ilusión grupal"








domingo, 23 de marzo de 2014

2º Trabajo. Lectura Capítulos 1 y 2 de "Trabajo social con grupos y pedagogía ciudadana"

CAPÍTULO 1: BASES PARA UN NUEVO CAMPO DEL CONOCIMIENTO


Tras la lectura de los dos primeros capítulos hago una recogida sobre las frases que más me han ayudado a pensar y vuelco en este post las ideas que me han surgido.


Se comienza a pensar alrededor del concepto sociopsicologia, "las vinculaciones del individuo con el sistema social". Sociedad y sujeto están estrechamente relacionados, resultando que tanto la psicología como la sociología tienen en cuenta, ambas, al sujeto y a la sociedad.
Somos seres sociales. Según Freire "la persona siempre es, en relación a un contexto social". Y es que el simple hecho de posicionarnos fuera de la sociedad ya nos da un lugar en ella.
Bleger decía: "en que la misma sociedad que reprime y prohibe la delincuencia y la prostitución, y rechaza las guerras tiene contradictoriamente en su seno los elementos causales de las mismas, en forma de componentes sociales no dominados". No hay un yo sin un otro, ¿En qué medida contribuimos a aquellas conductas que rechazamos? Para poder penar en eso hay que ser empáticos y ser capaces de intentar pensar en las circunstancias que rodean a esa persona... "El lobo siempre será el malo del cuento si nada más escuchamos a caperucita"
"Individuo y sociedad forman una relación dialógica en la que no se puede comprender la una sin la otra... el individuo está en diálogo con el mundo... en influencia mutua"
"Toda conducta de los individuo es un vínculo con otros, es una relación interpersonal, es un vínculo humano." Por lo tanto, individuo y sociedad no pueden estar disociados, sino que están en inevitable relación.
Cuando hablamos de sociedad, podemos hablar de grupo. En la formación de un grupo, hemos de entender que las personas son parte integrante del mismo. El grupo sería cualitativa y cuantitativamente distinto sin alguno de ellos...


Como dice Elias, no reparamos a preguntar, conocer aspectos de la vida cotidiana, los damos por sentados y no lo son tanto. En mi experiencia de trabajo con personas con psicosis, me doy cuenta de que en muchas ocasiones interpretamos lo que los usuarios están diciendo, sin pararnos a preguntar qué quieren decirnos... Con ello extrapolamos la relación simbiótica que suelen tener la mayoría con sus madres/padres, entendiendo por ellos, sin entenderles, sin darles un lugar propio y distinto al nuestro, reproduciendo un sistema poco sano en nuestros recursos. Ayudemos a pensar al psicótico, preguntémosle, y escuchémosle... quizá nos sorprendamos. Para Buber, no hay un yo sin tú, necesitamos de la mirada del otro para que nos confirme... Las relaciones interpersonales son la base de todo. Dejemos entonces lugar a su yo. "La característica principal del self, es ser un sujeto social que sólo adquiere autoconciencia en la medida en la que incorpore a sí mismo al "otro generalizado"". Es necesario por tanto saber de la existencia el otro y saberlo diferente a mí.
"Mead trata el concepto de interrelación con tal fuerza que llega incluso a afirmar que la persona no existe si no es en el proceso de desarrollo del individuo con los otros, donde tiene lugar la experiencia". Desde pequeños, a través de la experiencia con nuestros padres, observamos, asimilamos y/o descartamos formas de vivir diferentes situaciones. Desde bebés necesitamos del otro. Toda persona es fruto de una relación entre dos personas.
Bateson: "Una relación es siempre un producto de doble descripción." Cobra importancia por tanto, lo que ocurre entre las personas, el no atribuir sin entender y comprender que en toda relación hay dos versiones, y que ninguna es más válida que la otra. Tan sólo son dos formas diferentes de vivir la relación.


A Todorov "le interesa hablar del lugar de la sociedad en el hombre, y no al contrario" Es novedoso, pero considero importante el "y viceversa". Siempre nos es más fácil cuestionarnos qué le ocurre a una persona en la sociedad, que pensar qué lugar ocupa la sociedad para esa persona. Es cuestión de práctica, es más sencillo promover el cambio en uno que en cientos. Pero si, como hemos visto hasta ahora, no se puede hacer una separación radical, y somos parte de la sociedad, es importante cuestionarse ambas cosas.


Rosseau habla del "hombre como un ser que necesita de los otros." No existe nadie que no necesite de un otro, somos seres en relación. Como he dicho antes, nacemos de una relación.
Hegel profundiza más y piensa en "el deseo de reconocimiento" Desde recién nacidos, necesitamos ser reconocidos por un otro para sobrevivir. Debe existir alguien que nos atienda, nos entienda...
Todorov habla de deseo de grados de soledad, aunque seamos seres sociales. En ocasiones, desde los Centros de Salud Mental se deriva a personas que verbalizan encontrarse bien en su hogar, sin relacionarse apenas con el resto del mundo. Además, muchos no desean acudir al recurso al que han sido derivados ¿Qué hacer entonces? En principio parece que han determinado cual es su grado de soledad, pero, si son derivados a nuestros recursos con el objetivo de "socializarse", ¿quizá ese grado de soledad es insano? Bajo mi punto de vista, deberemos explicar al usuario por qué estamos ahí, y estar... estar aunque no seamos recibidos en un principio. Brindarle un espacio suyo, que puede utilizar o no, pero que va a mantenerse en el tiempo. El mantenimiento del encuadre va a ser pieza fundamenteal en la creación del vínculo con la persona con trastorno mental grave. Y si decide hacer uso de ese espacio en algún momento, ya se puede empezar a pensar en explorar ese deseo de soledad.


Desde la educación social debemos conocer "al ser humano en su situación total", cómo es "la vinculación del individuo a su medio". Mary Richmon habla de la "acción simpática", con la que, en parte estoy de acuerdo. Considero imprescindible en la relación con los usuarios la honestidad y sinceridad, así como la comprensión experimentada y la clarividencia. Pero por otro lado habla de lazos de amistad y de visitas a cualquier hora del día y de la noche, y bajo mi punto de vista eso es excesivo. Si bien personas importantes en la actualidad en cuanto a filosofía de recuperación se refiere, como Rufus May, trabajan de esta manera y ven resultados en sus intervenciones, yo considero que no es necesario que se establezcan lazos de amistad con los usuarios (y hablo de personas con enfermedad mental), porque eso puede incluso confundirles. Es importantísimo tener uns límites claros en la relación, eso no quiere decir que no pueda ser cercana, pero no debemos confundirnos. Somos profesionales que vamos a acompañarles en su proceso de recuperación, pero existen unos límites que van a contener tanto al usuario, como al profesional que le atiende. Estoy muy de acuerdo con la afirmación "la fuerza del vínculo como algo terapéutico", pero como dice Pearlman la relación debe contener un elemento de autoridad basado en los conocimientos profesionales y en el aprecio y respeto.


"Si el cliente se siente aceptado, si se le reconocen sus necesidades, si se respeta su derecho para manejar sus propios asuntos... si se construye una relación estimulante". Creo en mi trabajo como acompañar a los usuarios en su proceso de recuperación, pero es suyo, y lo construyen ellos (o debería ser así). De eso se trata el empoderamiento, de otorgar protagonismo a la persona en su proceso de recuperación. Trabajo acompañando, escuchando, comprendiendo. Lo difícil de mi trabajo es tener mi propia visión sobre un caso, pero respetar que el usuario quiera ir por otro camino. Al fin y al cabo estamos hablando de personas, y como tales deberían tener el poder de decisión sobre sus vidas. El estar en contacto con el otro, nos cambia, el establecimiento de una relación como la que narra Poch, nos cambia... pero es un proceso.


También se habla de la importancia de conocerse a sí mismo y saber reconocer y aceptar los sentimientos que nos despiertan nuestros usuarios, o lo que conocemos como contratransferencia, aunque esta sea inconsciente puede ser pensada. Si los reconocemos, aceptamos y pensamos, nos será más fácil trabajar sin que inunden nuestras intervenciones. Además, es sorprendente como en muchas ocasiones, los usuarios nos despiertan los mismos sentimientos que a sus familiares. Se pone mucho en juego en la relación profesional- usuario, y es fundamental ser conscientes de la transferencia y contratransferencia, para que nos sea más fácil y objetivo plantearnos el caso. Para darles otro tipo de respuesta a la que tienen en sus casas cada día.


Poch explica que en latinoamérica apareció el "movimiento de reconceptualización" en el que se cree que la sociedad es la que debe transformarse, ya que lo interior al sujeto es bueno y lo exterior es malo. "A no ser que las condiciones del medio varíen, es imposible emprender la tarea propuesta por la concepción de un trabajo social". "la estructura social es el principal factor causal de los problemas que afectan a las personas". Pero ¿Acaso esto no es bidireccional? En salud mental existe el estigma, pero también el autoestigma. ¿Cómo combatirlos? Creo que en principio desde uno mismo, para luego pasar al resto. Comenzando a sentirse uno mismo válido y capaz, será más fácil después mostrarse de ese modo al mundo. En grupos como en de percusión, trabajamos primero como grupo (luchamos contra el autoestigma), para después mostrar lo que sabemos hacer en la comunidad (luchamos contra el estigma).
"El trabajo social se ocupa de atender las vinculaciones entre el sujeto y su ambiente social cuando estas vinculaciones fallan por diversas razones".
Poch habla de "malestar social" y de "opciones de cambio o posibilidades", Ralph Dahrendorf habla de "oportunidades vitales... los deseos de innovación del ser humano en sociedad, la capacidad potencial que tiene la sociedad para crecer, y que ha demostrado lo largo de sus existencia". Las oportunidades vitales se mueven entre las opciones y las "ligaduras", que nos recuerdan nuestros límites. Para el autor debe existir un equilibrio entre estos dos conceptos. Considero que es importante que en la vida de las personas exista un abanico de posibilidades y que muchas veces nuestro trabajo como educadores sociales es ese: brindar un abanico de opciones que la persona puede elegir o deshechar. Pero también me parece importante que estemos sujetos a algo...
Darhrendorf hablaba de "vinculaciones a la familia, comunidad, iglesia, etc", y que éstas nos recuerdan nuestros límites. Son como una especie de base que nos sitúa, nos sujeta, y nos da cierto margen de maniobra para trabajar opciones de cambio... ¿pero qué pasa cuando esas ligaduras ahogan al sujeto? Considero que también es parte del educador social conocer y acompañar a la persona en la delimitación de una identidad personal, ya que, como he nombrado anteriormente, muchos usuarios de salud mental están simbiotizados con personas de su entorno.


Castel habla de individuos des-integrados por la falta de empleo, a mi parecer no se trata tanto de empleo, sino de ocupación. Es importante encontrar una ocupación significativa (personal de cada sujeto). En esto los profesionales debemos estar abiertos de mente, ya que en muchas ocasiones nos encontramos pensando en actividades que ni nosotros mismos realizamos. Las actividades significativas son propias del sujeto, y pueden ser desde hacer escalada a leer un libro. Son aquellas actividades que realiza la persona y que la enriquecen.
Coincido plenamente con Poch cuando habla de la figura del trabajador social (en mi caso, educador social): "moviliza a las personas para mejorar su vida y sus condiciones, hace de mediador para lograr o restablecer vínculos que los unan, trata de que las personas cambien sus actitudes pasivas en otras más activas para la transformación al medio, etc. Así, los protegonistas de los cambios son los sujetos, mientras que los trabajadores sociales acompañan a las personas en su cambio, les prestan las ayudas que precisen y les proporcionan orientación técnica y recursos para apoyar sus capacidades e iniciativas."


Poch habla de la "Concepción dicotómica entre individuo y grupo como dos realidades diferentes" cuando el profesional comienza a trabajar con grupos. Por eso nos invita a realizar un recorrido por las diferentes teorías psicológicas. Melanie Klein introduce conceptos como objeto interno, que es aquel objeto externo que ha sido internalizado. La unión entre esto tiene que ver con la pulsión social de la que habla Freud. La pulsión social es la que se expresa en las personas en las situaciones "de masa". Es cierto que al comenzar a trabajar con grupos, y por bastante tiempo, no fui capaz de vez al grupo como tal, y de entender que las personas que formaban parte de él hablaban del grupo y no de ellos. Es difícil dar ese paso de entender al grupo como grupo y no como varias personas reunidas. Creo que aún me cuesta a veces, sobretodo cuando se agrede. Pero es fundamental entenderlo así, y cuando se interviene con el grupo y no con la persona, todo cambia.


Todorov habla de psicoanálisis intersubjetivo, relacional, ya que Freud no se detuvo en la importancia d ela interacción social. A partir de ahí se empieza a pensar en psicoanálisis con grupos. Poch cuenta como en principio los psicoanalistas que se interesaban por esto, pasaban como observadores a los grupos y que, poco a poco fueron percatándose de que, lo que parecía una conversación sin mucha relevancia, terminaba por tomar el cariz de una "producción conjunta" con un "significado emocional subyacente". Por lo que "lo individual y lo colectivo dejaron de ser conceptos excluyentes". En mi experiencia con grupos, he podido observar como, sin darse cuenta, los participantes hablaban de la situación del grupo en sus intervenciones. Más allá de lo que se dice, lo explícito, está lo latente, lo implícito y en la medida en que podamos ir trayendo al grupo lo latente, iremos facilitando el trabajo del grupo con la tarea.


Poch habla de los conceptos que se utilizan para concebir, construir y formar parte de un grupo: "orquestación, interdependencia, intersubjetividad, interpersonal, relaciones, comunicación, vínculos, etc."
Poch también nos habla del poder de lo grupal como un espacio contenedor en el que la persona puede compartir sus conflictos, o sus preocupaciones, de las que el grupo se hará cargo creando un vínculo de "afección mutua". Un compañero de trabajo formado en grupos siempre comenta que existe un estudio sobre grupos que demuestra que un grupo contiene más que un ingreso psiquiátrico e igual que la medicación psiquiátrica. Esto siempre me ha plantearme la responsabilidad que tenemos a la hora de coordinar grupos, no sé si siempre somos conscientes de que lo que hacemos, si lo hacemos bien, puede facilitar y contener. Dar importancia al grupo es dar importancia a sus componentes y estar abiertos a escuchar lo que un grupo tiene que decir es estar abiertos a escuchar a personas que, en el caso de la enfermedad mental, muchas veces no han tenido oportunidad de ser escuchadas y comprendidas.


"El individuo en el grupo sufre, pero es la identificación la que puede salvar al sujeto del sufrimiento.... pone en marcha la empatía... la comprensión del yo ajeno.... posibilita al individuo la integración en el grupo y la pertenencia. Promueve la cooperación y la solidaridad y supone una restricción al narcismo", es decir, comenzamos a pensar como grupo, somos y nos sentimos parte de él, trabajamos juntos (tenemos en cuenta al otro) hacia la tarea, etc.
Según la teoría FIRO la conducta interpersonal está basada en las necesidades de inclusión, control y afecto hacia los demás.


Cattel habla se "sintalidad grupal", que no es sino la esencia del grupo, la personalidad propia del mismo y todo lo que este produce. Además, introduce otro concepto: la "sinergia", la energía que pone cada integrante del grupo en que este salga adelante. La sinergia grupal es fundamental para que exista cohesión grupal, además de trabajar para conseguir los objetivos grupales.
"El individuo proyecta en el grupo aspectos de sí mismo", así es como cobra importancia la relación y la evolución de las personas que participan en el grupo. En muchas ocasiones los sujetos no son conscientes de que reproducen en el grupo una forma de relación patológica, que es la que utlizan en su vida en general. El grupo puede darle otra respuesta y debe generar momentos de reflexión e inducir al cambio.


Según Gadamer los sujetos deben romper con el narcisismo primario para poder dar paso al otro. "nuestro semejante es un yo como yo mismo". Y es que para estar en grupo, y ser capaces de darse cuenta de lo real, uno debe poder vivir a través de las experiencias del otro, que no es tan diferente a mí... Badaracco al tratar los grupos multifamiliares, hablaba de "universalizar el sufrimiento", y es que hay emociones que nos son comunes a todos, que pueden hacernos romper ese narcisismo, e interelacionarnos con el otro, formar grupo.
Al leer a Bleger decir "el ser humano antes de ser persona es un grupo... su personalidad es el grupo", se refería más a que uno no es sin el otro, y que somos seres sociales que inevitablemenete se relacionan con otros, pero inevitablemente pienso en los bebés. Necesitan a sus madres, los primeros meses de vida no se diferencian de ellas, para ellos no hay límite entre su madre y ellos, para ellos son uno... En la psicosis muchas veces ahí está la clave... La falta de conciencia sobre el self, sobre uno mismo como persona diferente a otra, quizá porque no ha llegado a existir esa disociación de niños...


Kurt Lewin "el grupo como un todo cuyas propiedades son diferentes a la suma de las partes", habla del poder del grupo más allá de sus componentes... del grupo como un ente con identidad propia, la sintalidad grupal de Cattel que veíamos anteriormente.


Un sistema es un conjunto de elementos que están relacionados entre sí que persiguen unos objetivos, y en el que un cambio en un elemento tendrá repercusiones sobre todo el sistema.
Es decir, un grupo lo forman todas las personas que participan de él, creando juntos un todo que posee poder en sí mismo y que es único. Pero que se verá influenciado por los cambios que se produzcan en el grupo. Me vienen a la cabeza Parménides y Heráclito. Parménides a grandes rasgos apostaba a que todo es estático, en cambio Heráclito decía algo así como: si una persona se baña dos veces en un río, no será el mismo río, ni la misma persona... porque el agua del río fluye y la persona cambia. En un sistema, el hecho de que se produzca un cambio, repercutirá en el sistema.

Cuando trabajamos para una tarea común se activan cosas en los usuarios (y en los profesionales) que tienen que ver con sus propias historias de vida y sus experiencias anteriores en los grupos. Esto en realidad nos ocurre a todos, y en la medida en la que el profesional pueda pensarse lo que se le mueve a él a la hora de participar en un grupo, puede facilitar que empatice con lo usuarios ya que se parte de la base de que ocurren cosas y eso no se tapa. Esto se recoge perfectamente en un texto de Tarí en el que dice "parecería que el grupo ideal para los profesionales es un ·grupo sin conflictos, cuando es precisamente la reactualización de los conflictos en un clima más favorable lo que posibilita acoger las partes psicóticas para reconducirlas a un sentido y patrimonio común". Es decir, el profesional debe estar abierto a escuchar y a comprender, por mucho que nos asuste... porque sólo así estaremos trabajando en grupo. En el grupo tenemos la oportunidad de trabajar "las relaciones y condiciones de interacción aquí y ahora.... los conflictos han de ser resueltos para que el grupo avance hacia sus metas"


Erikson habla de la importancia de que la persona sea reconocida por su grupo social de referencia, entiendo que se referirá mayoritariamente a la familia, que es nuestra primera experiencia de grupo en la vida. Habla del concepto de identificación, mediante el cual la persona va reconociéndose a través de los otros, y esto va creando una confianza básica que nos permite estar en el mundo. Erikson habla de las relaciones entre las madres y sus hijos y como lo sano es que se vaya creando ese sentimiento de aceptación y esa confianza básica, pero ¿Qué pasa cuando esa relación es simbiótica? El proceso de creación de una identidad propia no se ha realizado... Esto en la psicosis es muy común.
Ahora es cuando Zamanillo habla de la importancia de sentir que hay un exterior, que es "firme y tranquilizante". Esta necesidad del niño de ser contenido es extrapolable a la necesidad de encuadre de los grupos. Conocer que tal grupo tiene una duración determinada, que va a ser en tal sala, que el horario es éste, etc, convierte al grupo en un espacio que contiene.


Erikson habla de construir confianza básica, de capacidad de autonomía, la iniciativa que contrarresta la culpa, de la intimidad, de la generatividad que viene a ser la importancia de los adultos de de sentirse útiles,... Todo esto es fundamental, según Erikson para la construcción de la identidad del yo.


En cuanto al apartado de la identidad social, contínuamente me ha venido a la cabeza el problema del estigma de las personas con enfermedad mental. Parece que, en muchas ocasiones, una persona, al ser diagnosticada de trastorno mental grave deja de ser persona para ser una etiqueta. ¿Qué se puede hacer con eso? ¿Puede hacerse algo? ¿Quiere hacerse algo? Es cierto que los medios de comunicación atribuyen a la enfermedad mental conductas que para nada están relacionadas con un diagnóstico o con un síntoma, sino más bien con algo que nos toca a todos los seres humanos. Pero en muchas ocasiones las personas con trastorno mental encuentran cierta comodidad con esas identidad social, cosa que dificulta la recuperación de las mismas. Sin duda, la identidad del yo (autoestigma) y la social (estigma) están ligadas y si no se produce un cambio, no se podrá observar un cambio en las identidades. " Se trata de posibilidades que se ofrecen al sujeto postmodernista al participar en múltiples relaciones que lo construyen". Una de nuestras tareas como educadores sociales es la de mostrar un abanico de posibilidades, con la intención de que las personas para/con las que trabajamos se sientan motivadas por alguna (sientan deseo) y eso pueda ser un comienzo en su proceso de recuperación. Tenemos que trabajar a partir de una motivación. Así, por un lado el cambio tiene que venir dado por una necesidad intrínseca de la persona, que desea mejorar/modificar algo de su vida. Pero por otro lado, me pregunto si esto no tiene que ver también con nuestra mirada, si el hecho de decir "es que fulanito no quiere cambiar, está acomodado, no se puede hacer nada hasta que él no dé el paso" no es una resistencia nuestra. Quizá para que puedan producirse ganas de cambiar en el otro, el cambio tiene que empezar por uno mismo...


Me parece interesante los criterios de definición de grupo de Van Dijk:
  • Existencia de continuidad más allá del acontecimiento.
  • Implicación afectiva, compartir opiniones, experiencias
  • Categorías soiales compartidas
  • conflicto social
  • Grado de institucionalización
"El grupo se dispone así a una actividad que va a desarrollar un proceso de adquisición de un esquema conceptual referencial operativo (ECRO)" Pichón Rivière da especial importancia a la ideología del grupo, a lo implícito de los grupos ya que considera que en ellos hay un gran componente inconsciente.
"El grupo es la manifestación o emergente de las relaciones que se establecen entre las distintas identidades". En muchas ocasiones, cuando trabajamos dentro de un equipo multidisciplinar, sólo nos paramos a pensar en los grupos que coordinamos los profesionales. Y no nos damos cuenta de que un equipo es un grupo en sí mismo, y que en muchas ocasiones, los síntomas o emergentes que se desarrollan en los grupos de los que somos coordinadores, tienen que ver con nuestro grupo/equipo. Es inevitable que surgan conflictos y emergentes, pero quizá si somos capaces de hacer explícito lo implícito nos será más fácil poder hablar de dichos conflictos y quién sabe si solucionarlos...


CAPÍTULO 2: SISTEMAS CONCEPTUALES PARA EL ANÁLISIS DE GRUPOS:


A finales de los años 80 cuando se comienza a plantear que no existe un marco teórico sobre el trabajo social. Es una profesión basada en la práctica y la experiencia y "existen importantes dificultades para sistematizar y codificar la información que se utiliza...".


David Howe habla de trabajadores sociales que miden los resultados se sus trabajos y Zamanillo se pregunta si es posible medirlos, ya que en muchas ocasiones oferta y demanda no coinciden. Estoy de acuerdo con que nuestro trabajo se trata de un proceso, en muchas ocasiones el proceso sigue aún cuando el usuario es dado de alta del recurso en el que trabajamos. Pero considero que nuestro trabajo debe basarse en las necesidades que tienen nuestros usuarios. Es fundamental escuchar qué les ha traído al recurso en el que trabajamos, por qué están ahí. Y cuando la demanda no está clara, disponer del tiempo suficiente para que pueda elaborarse. Debemos tener una opinión profesional pero también debemos saber amoldarnos a las personas con las que trabajamos y a sus demandas. En mi opinión oferta y demanda no suelen ser incompatibles.


Quiero señalar una frase que bajo mi punto de vista es fundamental en nuestro trabajo "no actuar antes de comprender". Así dicho suena bastante obvio pero en la práctica no es tan sencillo. Esta profesión toca de lleno nuestras emociones, existe un vínculo con el usuario por las dos partes, nos evoca situaciones personales vividas, ... Ponemos mucho de nosotros en nuestro trabajo y también somos personas. Lo primero que nos sale a veces es actuar, porque es inevitable tener esa primera reacción. Lo importante es ser capaces de pararnos a pensar, a ponernos en el lugar del otro, y a comprender. " Por medio de la práctica de la vida cotidiana, y de la experiencia en nuestro proceso biográfico, hemos ido construyendo nuestros cimientos éticos, nuestras creencias básicas, es decir, nuestro modelo de sociedad, ese que nos constituye y da fuerza a nuestra identidad de personas y de profesionales".


En trabajo social (y en educación social) hace falta teorizar. "Se necesita explicar y no sólo comprender y empatizar, hemos de incorporar en nuestro saber, una actitud objetiva y explicativa que garantice cierta fidelidad al conocimiento", en cuanto a la necesidad de explicar, me ha hecho plantearme lo difícil que me es a veces esto. En muchas ocasiones me encuentro a mí misma pensando como puedo explicar lo que hago... Esto ocurre con nuestro trabajo, no es fácil explicar qué hace un educador social, por qué lo hace y cómo lo hace. Es difícil porque la elaboración de un criterio común, de sistematizar y codificar la información es un proceso, esta en continuo movimiento.


Zamanillo pasa a hablarnos sobre la importancia de "dotar de sentido y comprensión" la práctica con la teoría. Es cierto que a menudo los educadores sociales pecamos de ser una figura que interviene, algo así como un comodín que sirve para todo, pero que a la vez no se valora lo suficiente. Pero ¿quién tiene que darnos ese valor?. Bajo mi punto de vista, uno mismo. Si entramos en las comparaciones con otras profesiones, y adoptamos una postura querulante no conseguiremos nada. En cambio si nos formamos, nos mantenernos en movimiento, nos convertimos en "profesionales reflexivos", aprendemos a valorarnos, a valorar lo que hacemos...
"¿Por qué es necesaria la teoría? Porque, antes de actuar, hay que comprender y para ello es necesario, antes de analizar y explicar, ver y observar"
"Este es el puente entre la teoría y la práctica; no vale la experiencia por sí misma si no se reflexiona sobre lo que acontece". Es fundamental darnos tiempo para pensar en nuestro trabajo. Desgraciadamente la mayoría de las veces las prisas y las urgencias nos limitan esos momentos de reflexión. Sin ellos, actuando, nuestro trabajo no tiene el mismo valor.


"Escuchar supone una afectividad auditiva que nos hace oír y reaccionar" "Entendimiento significa comunión, conocimiento y creación" "Tres actitudes fundamentales para el encuentro con el otro: observar, vivenciar y escuchar". Estas tres frases recogidas del libro Trabajo Social con grupos y pedagogía ciudadana recogen a la perfección el cambio que debe realizar el profesional para con la relación con el usuario. Este cambio es un proceso, creo que una relación con el otro nunca se llega a estancar, siempre está en constante cambio, es dinámica. Sin duda, esta "posición" puede no resultar muy cómoda para aquellos profesionales que se creen en disposición de tener el saber y que están jerárquicamente muy por encima de los usuarios. Aquí estamos hablando de horizontalidad, desde el lugar del profesional que escucha afectivamente, acompaña.


Para finalizar Zamanillo explica cuales son las teorías del primer nivel para la formación de grupos:
  • Interaccionismo simbólico: el autor más destacado es Mead. Principalmente apunta a que "actuamos según las expectativas que los demás tienen sobre nosotros". El hecho de participar en un grupo hará aparecer la conciencia de sí mismo. Mead difierencia entre dos tipos de interacciones: La simbólica, que es aquella que implica interpretación del otro, y la no simbólica, que da una respuesta directa, no pensada. En el interaccionismo simbólico el self es social, sólo se elabora el self en al medida en la que podamos incorporar al otro. En psicosis la no elaboración de un self puede derivar en la creación de falsos self's que sostienen a la persona de un vacío interior. En muchas ocasiones no se tiene conciencia del otro... Según esta teoría, "mediante la adopción de la actitud de la comunidad, en un proceso de identificación con ella, podemos luego reaccionar a ésta, replicando o aceptando".
  • La teoría psicoanalítica: que habla de la represión que la sociedad ejerce sobre el hombre, que a su vez la internaliza en su superyo, y la sublimación de la energía. "el individuo está en constante conflicto entre su naturaleza biológica y la sociedad, encarnada primariamente por el grupo familiar". De este modo, una persona puede desarrollar una enfermedad mental por no haber sabido gestionar los conflictos que posee, la emoción expresada (sobreprotección y/o sobrecrítica) está a la orden del día en los sistemas familiares de los que son partícipes. "buscar hacer conscientes los significados del incosnciente". Para comenzar una terapia psicoanalítica uno debe estar dispuesto a tolerar cierto desorden, ya que la formulación constante de hipótesis vana desencadena cambios en el individuo... y, por lo tanto, hay que desechar nuestras resistencias al mismo. "Freud cree que en la medida en la que progresemos en nuestro autoconocimiento, en el conocimiento de nuestras pulsiones, podremos reconducir nuestras tendencias a la regresión de un yo primitivo que nunca desaparece del todo".
  • La teoría crítica: analiza la teoría y la práctica con el fin de lograr la emancipación de la persona a través de transformaciones en las estructuras sociales, a la vez que plantea la importancia de pensar de los fenómenos sociales. Lo que más destacable me parece de esta teoría es el hecho de "concebir al sujeto como productor de su propia vida". Freire dijo "es necesario desarrollar una pedagogía de la pregunta. Siempre estamos escuchando una pedagogía de la respuesta. Los profesores contestan a preguntas que los estudiantes no han hecho". Escuchemos entonces, no demos por hecho, intervengamos desde la experiencia profesional, pero también desde la experiencia del usuario y desde la experiencia de la relación entre ambos. A través de nuestra propia emacipación, ayudaremos a la transformación de las condiciones de alienación de los usuarios. Es necesaria una reflexión propia. No podemos pedir cambios en los usuarios si nosotros estamos acomodados en nuestras posiciones. Debemos atrevernos a reflexionar, a cambiar. En esta línea Foucault hablaba del empoderamiento, que nos es más que capacitar y facilitar la recuperación de aspectos olvidados o no desarrollados.
  • La teoría de sistemas: "el todo es diferente a la suma de sus partes"En la teoría de sistemas, todo está interelacionado. La retroalimentación, se refiere a su interacción con el entorno, el sistema recibe información, positiva o negativa. Es la capacidad de modificar la estructura y el funcionamiento en función de los cambios que se producen en el entorno. (Las relaciones entre los elementos no son unilaterales sino circulares). El primer sistema del que formamos parte es nuestra familia. "La perspectiva sistémica sirve de trama para la orientación, la observación y el análisis de lo que sucede en el grupo"

Como conclusión, tras haber leído y reflexionado sobre estos dos primeros capítulos, sólo sé que a medida que pasan los años, me doy cuenta de que sé muy poco sobre mi trabajo, que las cosas que antes daba por hechas, ahora no dejo de cuestionarlas, y que creo que esto de trabajar con grupos, con personas, es un continuo pensar que jamás tendrá una respuesta absoluta... Es un proceso que nunca finaliza.