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domingo, 4 de mayo de 2014

Capítulo 6: La comunicación.

Es fundamental que el profesional pueda escuchar la comunicación en grupos, la verbal y la no verbal, pero también lo que comunica el grupo como grupo, siendo capaces de ver más allá de los sujetos que lo conforman.
"Se trata de pensar en voz alta para producir conocimiento", es decir, el grupo construye a través de la interelación.
Zamanillo apunta que el pensamiento del individuo no puede ser sólo racional ya que también está impregnado de fuerzas inconscientes. Un individuo en grupo colabora en la formación de un pensamiento grupal, por ello en muchas ocasiones habla en boca de algún sujeto en particular.
Es importante recordar que existe un aparato psíquico grupal, es decir, el coordinador debe entender al grupo como tal, sin caer en entender y escuchar las aportaciones de sus miembros como algo personal de ellos, sino entendiendo que lo que se dice habla del grupo y del momento en el que se encuentra. Esto es tremendamente difícil ya que lo sencillo es caer en pensar que fulanito ha dicho tal porque estaba enfadado, o porque estaba triste... Sí, las personas que forman el grupo vienen con situaciones personales que influyen, y con experiencias en otros grupos que suelen repetir como patrones, pero hay que ser capaces de ver más allá, y de entender al grupo como grupo, sólo así podremos coordinarlo de manera que existan sentimientos de pertenencia, cooperación, escucha, etc.


En cuanto al modelo sociopsicológico de la comunicación, me parece interesante que entiende que los que hablan "son dos o más personas", por lo que no hay una única historia, deben atenderse y entenderse todas, transferencia, contratransferencia... Es imposible que exista comunicación si nos posicionamos como sujetos a los que no les produce ninguna emoción el mensaje que reciben. El otro día en un grupo multifamiliar al que asisto se habló precisamente de esto, de la falta de calidez, de la poca autenticidad... y es que a veces nos colocamos tras una máscara que en nada ayuda a nadie. Cuanto menos encorsetados estemos, más podremos acercarnos a los usuarios, y acompañarles hacia la recuperación.


En cuanto al modelo sistémico, atiende a que todo lo que ocurre en el grupo comunica algo del grupo. En el primer axioma se cita que existen tres formas de comunicarse: aceptación, negación y descalificación. En el segundo axioma se habla de dos aspectos: lo que se dice y como se dice (esto último tiene que ver con la forma de relación que tenemos con el otro). Según el tercer axioma, es importante tener en cuenta como se intercambian los mensajes. Y, por último, el cuarto axioma atiende a los tipos de relaciones: simétricas (igualdad) o complementarias (diferencia).


En cuanto a la argumentación me gustaría señalar la importancia de que argumentamos para llegar a algo (conclusión), y que para ello orientamos lo que decimos hacia un fin, con una fuerza para dar veracidad a lo que decimos y con una intención que busca reconocimiento. Para el ser humano es primordial sentirse reconocido. Tanto es así que a veces uno puede mantenerse durante mucho tiempo en un rol que no le ayuda con tal de ser reconocido por el otro. Un claro ejemplo de esto es el estigma que poseen las personas con enfermedad mental, no es un lugar cómodo el que ocupan, pero al fin y al cabo es un lugar...


Zamanillo al hablar sobre dependencia/interdependencia entre los miembros de un grupo, me ha hecho recordar de nuevo lo cómodo que es para el profesional y para el propio grupo que se caiga en la igualdad... Eso nos evita conflictos y situaciones incómodas, pero me pregunto de nuevo, ¿acaso un grupo no es el mejor lugar para aprender a resolver conflictos? "enmascarar las diferencias detrás del afecto afecta en los procesos comunicativos de los grupos", y es que si no se hablan las diferencias, se perpetúan... y no se resuelven.


Los participantes de los grupos se moverán contínuamente entre el deseo de individuación y el deseo de fusión ya que los grupos son cíclicos. Los ideal es que se encuentre un equilibrio en ambos deseos, por lo que el coordinador debe entenderlos y facilitar que puedan experimentarse en el grupo.

Que los grupos vivan la fase de dependencia es normal, es lo que tiene que ocurrir, pero ¿Cómo salir de esa fase? "el deseo del individuo de sentirse dueño de su destino y de concentrarse sobre aquellos aspectos de su vida mental que siente como verdaderamente propios y que se originan en su interior..." y es que cada uno acude al grupo con una forma de entender el mundo, y cada uno tiene una opinión de las cosas. Lo enriquecedor es poder comunicar y que exista un feeedback que nos ayude a pensar, y a construir juntos.


Zamanillo trae a escena los vínculos afectivos y la capacidad de integrar a personas extrañas al grupo de origen. Que en el grupo se crean vínculos afectivos, sin duda... Pero tengo una especie de debate interno en cuanto a la inclusión de nuevos miembros una vez esté avanzado el grupo. Por un lado entiendo que es una oportunidad para poder trabajar ciertos aspectos, pero por otro lado, cuando los grupos están trabajando en la tarea, puede resultar perjudicial para el grupo la inclusión de nuevos miembros que pueden entorpecer. Pongo un ejemplo, en un grupo de percusión que coordino, dejamos tres meses para que existan nuevas incorporaciones, pero pasado ese tiempo el grupo decidió que tendría un carácter cerrado ya que nos pusimos a trabajar en la construcción de una actuación y el hecho de que se entrara gente nueva iba a a suponer que se explicara todo el trabajo realizado y terminaría entorpeciendo el trabajo con la tarea. Fue una decisión del grupo y la respeto y comparto por una parte, pero por otra ¿no resultará esto una resistencia grupal? "aprender a soportar y resolver tensiones es uno de los objetivos de todo grupo".


Murray Bowen desarrolló una teoría de la diferenciación del individuo en la que explicaba que no existe de manera completa, ya que todos en mayor o menor medida dependemos de lo que los demás piensen sobre lo que nosotros pensamos y sentimos.
Hay personas en las que le peso del otro es abrumador, y crean vínculos de dependencia. Esto ocurre con las personas con trastorno mental, es difícil saber qué es lo que desea la persona, sin influencias de los demás... de ahí que conseguir que uno sea capaz de decidir sobre su vida es un básico en el modelo de recuperación.


Stierlin se pregunta si desde el modelo sistémico existe el yo mismo, y a continuación se explica por qué considera que sí:
  • "El yo mismo garantiza la identidad
  • se nos presenta como un sujeto y objeto de historias
  • es un descubridor e iniciador de opciones de supervivencia
  • está compuesto por un parlamento intrapsíquico (en él hay distintas fracciones que buscan el reconocimiento, el poder y la realización de sus necesidades"
  • porta recursos y soluciones a problemas que tiene el individuo muchas veces en el inconsciente
  • el yo mismo de la familia y de la comunidad ¿hasta qué punto está marcado por influencias externas y depende de ellas?"

Personalmente estoy completamente de acuerdo con esto, considero que el yo mismo se va formando en la niñez a través de las relaciones (sobretodo las familiares), y a medida que pasa el tiempo el resto de relaciones que tenemos van marcando nuestro yo. La dificultad está cuando el yo es tan débil que la persona cuando está sola se queda en el vacío, en la nada. El yo mismo nos sostiene, nos contiene, da sentido. ¿Cómo ayudar a una persona a crearse una identidad propia en la edad adulta? Dotándole de recursos para que pueda ir abandonando una relación simbiótica que le come y no le ha permitido la formación de un yo... "Aceptar al tú como semejante y al mismo tiempo como complementario del yo".


"Necesitamos estructuras sociales que nos ayuden a coevolucionar nuestro yo con la comunidad en la que vivimos en continua comunicación". Los grupos favorecen la individuación conexa ya que introducen el "nosotros".


El papel que tiene el coordinador en el grupo es importantísimo ya que debe entender y tolerar las contradicciones, pero además tiene que conocer en qué momento se encuentra el grupo. En los grupos se mueven los afectos, se coge cariño al grupo, y eso no debe asustarnos a la hora de coordinar, aunque es importante ser capaces de mantener cierta distancia. El grupo permite que sus miembros tengan una conciencia individualizada de uno mismo y del otro.


Por último, me quedo con esta frase de Zamanillo: "La coevolución permite la autoorganización" hacia la tarea. Los coordinadores de los grupos debemos ser pacientes, no buscar resultados inmediatos, la creación de un grupo va poco a poco, y, como he señalado anteriormente, los momentos de los grupos son cíclicos... Es natural que se pasen por diferentes fases y se vuelvan a las anteriores, aunque cada vez el grupo debería saber gestionar mejor cada fase. Por ejemplo, en un grupo que ha pasado por una fase confusional, y por una de conexión con las emociones, al volver a la fase confusional, se debería poder conectar de un modo más rápido y fácil con lo emocional de nuevo...










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